LA ERA POSTAJUSTE

El presidente Van Rompuy ha aceptado inmediatamente la idea franco alemana de celebrar una nueva cumbre europea sobre la competitividad y el empleo. Me parece una postura muy acertada, aunque dudo mucho de su efectividad directa. Me explico. Desde un principio el dúo Merkozy puso el acento en el ajuste, en la necesidad de someter a una severa disciplina a los presupuestos nacionales para evitar el desmadre de los déficits públicos e iniciar su necesaria recomposición. Pero ahora aceptan las tesis, o eso parece, de los muchos que opinan que tal comportamiento es tan necesario como insuficiente, pues hay que complementarlo con el apoyo al crecimiento y el empleo.Y dudo de su efectividad porque la Unión Europea carece de medios directos para acometer dicha tarea. Sus presupuestos son tan exiguos que la renovación de los Fondos Estructurales, o algo similar que imagino será el meollo de la cuestión, obligaría a acometer una reforma en profundidad de sus medios y sus fines, con la aportación de cantidades muy importantes de dinero. Podría ser una especie de mini Plan Marshall (quizás con la talla mini no sea suficiente y sea necesario probar al menos con la midi) destinado a financiar nuevas obras de infraestructura, siempre necesarias y el apoyo a la innovación, siempre conveniente. Lo malo vendrá luego, a la hora de cuantificar el 'escote' de reparto entre los 27 países miembros y de seleccionar los destinos sectoriales y geográficos de las ayudas. Pero bueno, ya tendremos tiempo para hablar de eso. Hoy podemos congratularnos de que la UE, tras su obsesión por los recortes, empiece a preocuparse por la definición de la era postajuste.