La UE incluye a Reino Unido en su próxima cumbre para reactivar el empleo
Los socios analizarán a primeros de febrero el borrador del nuevo tratado, pero se volcarán también en el crecimiento
BRUSELAS.Actualizado:La UE quiere empezar 2012 con los mejores propósitos. El presidente de los Veintisiete, Herman Van Rompuy, anunció ayer que la primera cumbre del año tendrá una sintonía diferente. Los socios comunitarios, que previsiblemente se reunirán el 7 y 8 de febrero, no solo hablarán de recortes y ajustes en el gasto público. Aunque el encuentro estará dominado en buena medida por los avances en el nuevo tratado sobre disciplina fiscal, el ex primer ministro belga anunció que situarán el crecimiento y la creación de empleo en el centro de las discusiones. Reino Unido, que rechazó sumarse a la nueva Unión del rigor presupuestario, también acudirá a la cita en un gesto enfocado a aliviar tensiones.
Van Rompuy empezó a informar de sus planes a los distintos países a lo largo de la mañana de ayer. Después, el presidente de la UE difundió la convocatoria de la cumbre. Francia y Alemania anunciaron en la crucial reunión de la semana pasada en Bruselas que pretenden organizar citas al máximo nivel una vez al mes mientras dure la crisis. En este último encuentro, los socios pactaron desarrollar un nuevo tratado para endurecer la vigilancia fiscal y convencer a los mercados de que el euro es un logro irrenunciable. Reino Unido, en una decisión histórica, optó por descolgarse.
El presidente de la UE admitió que todo el proceso de elaboración del nuevo tratado tendrá un gran protagonismo, pero reflejó un notable cambio de rumbo. Tras casi dos años marcados por la austeridad y los sacrificios en las cuentas públicas, Van Rompuy apostó por concentrar los esfuerzos en «la competitividad y el empleo». «En un momento de estancamiento e incluso de cuasi recesión, es muy importante tener esos asuntos en la agenda y no hablar únicamente de consolidación fiscal», remarcó. Según las últimas previsiones de la Comisión, el crecimiento se ha frenado en seco y Europa corre el riesgo de volver a registrar caídas en el PIB en los próximos meses. El viraje de la UE no solo está amparado por Van Rompuy. El eje franco-alemán ya había pedido que la primera cumbre de 2012 se dedicara a buscar fórmulas para esquivar una segunda recesión.
«La división no interesa»
Reino Unido tendrá la oportunidad de ofrecer su punto de vista en la cumbre. Van Rompuy insistió en que estarán todos los socios, pese a que Londres se desvinculó del nuevo tratado porque no se le ofrecieron las garantías necesarias para proteger a la City. En los últimos días, se han producido distintos gestos para intentar cicatrizar lo antes posible la herida abierta. Angela Merkel recordó el miércoles el peso británico no solo «en el campo de la diplomacia y la seguridad». «Gran Bretaña es nuestro socio en muchas otras áreas como la competitividad, el mercado único, el comercio y el cambio climático», subrayó.
El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, también ha intentado evitar que el 'no' británico se traduzca en una brecha histórica. Encargado de las regulaciones financieras que Londres teme que estrangulen a la City, el responsable francés remarcó que «a nadie le interesa ver más divisiones o malentendidos». Además, agregó que «la puerta sigue abierta» por si Reino Unido quiere repensarse su participación en el pacto. Las últimas encuestas, en cambio, muestran que buena parte de los británicos aplauden la decisión de David Cameron. Por primera vez este año, el líder conservador ha adelantado a los laboristas en los sondeos.
El nuevo tratado europeo, que se articulará como un pacto intergubernamental por la falta de unanimidad, ya ha empezado a redactarse. El objetivo es que en la próxima cumbre ya se estudie un primer borrador, aunque hay que salvar importantes escollos. Al no participar Reino Unido, los socios tienen que analizar con detalle la implicación legal de las intituciones europeas, que pertenecen a los Veintisiete. Con el paso de los días, algunos países de fuera del euro como Dinamarca y República Checa también han empezado a expresar sus dudas pese a que apoyaron el pacto.
Van Rompuy anunció la convocatoria de la cumbre en una comparecencia junto al presidente ruso, Dmitri Medvédev. El encuentro también sirvió para que el jefe del Kremlin hicera público su respaldo a los países del euro, a los que apoyarán a través del FMI. El gigante eslavo aportará «como mínimo» 10.000 millones.