La 'narcoavioneta' perdida
Hallan en un aeródromo de la Sierra una aeronave utilizada para alijar hachís. Se trata del tercer aeroplano de la banda búlgara desarticulada por la Guardia Civil en las operaciones 'Azafrán' y 'Pendrive'
CÁDIZActualizado:Durante medio año la avioneta permaneció allí 'aparcada', en una esquina al fondo del hangar, olvidada por todos. El dueño, de origen extranjero y pinta de ser una persona adinerada, había pagado al aeródromo por adelantado para que le dieran cobijo. ¿Quién iba a sospechar que aquel aparato no era un mero capricho de algún rico de Europa del Este, sino el medio por el que metían kilos y kilos de hachís procedentes de Marruecos una de las bandas internacionales más activas en Andalucía, con lazos comerciales en toda Europa?
La banda recibió un primer zarpazo policial en junio, con la operación Azafrán, en la que se detuvo al cabecilla -de origen búlgaro- y a un vecino de Jerez cuando volvían de Marruecos cargados de droga en dos aeronaves. Tras una espectacular persecución por aire, una de las avionetas fue interceptada en Granada y la otra en Ronda, donde efectuó un aterrizaje forzoso. Otras tres personas fueron detenidas y se decomisaron 700 kilos de droga y numerosa documentación que se utilizó para realizar, cinco meses después, la 'operación Pendrive'. En ella se imputó a 28 personas más (seis de ellas enviadas a prisión) que supuestamente intentaban retomar la actividad delictiva, comprando nuevos aviones. Sin embargo, la investigación había desvelado algo más: la organización utilizaba tres avionetas y solo se habían encontrado dos. Faltaba una.
La avioneta perdida no había sido escondida en alguna nave industrial o en algún descampado de Medina -de donde habían partido las otras dos-. Estaba a la vista de todos en un aeródromo privado de la Sierra de Cádiz, donde la banda había alquilado un espacio para mantenerla bajo cobijo.
Ayer, justo dos semanas después de darse a conocer la 'operación Pendrive', agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Barbate -responsables de las diligencias- precintaban el aeroplano que ha quedado incautado, aunque permanecerá en el hangar donde se encontró. En la misma mañana, la Benemérita intervenía también un velero en un puerto de Almería -del que no se han facilitado detalles- que supuestamente también pertenecía a la misma organización criminal, a la que se le atribuyen 25 alijos de hachís, según los datos obtenidos durante la investigación.
El aparato es una avioneta de segunda mano modelo Storm 500L, de fabricación y matrícula italiana (I-8068), que en el mercado puede tener un valor aproximado de 60.000 euros. Aunque estos modelos suelen ser biplazas, esta tenía cuatro asientos. Sin embargo, según la Guardia Civil, lo usual es que la utilizara una sola persona y que el resto de plazas se utilizaran para llevar la droga, pues no se han encontrado en ella dobles fondos.
Hachís de la máxima calidad
En cada viaje se alijaban entre 100 y 300 kilos (el peso máximo que soporta es de 400). Estos cargamentos son relativamente pequeños, pero según fuentes de la Guardia Civil, la banda había apostado por transportar fardos de polen de hachís de la máxima calidad, para que resultara rentable. Además, habían comenzado también a introducirse en el tráfico de cocaína.
Se calcula que la organización llegó a obtener beneficios de hasta 20 millones de euros, parte de los cuales han sido intervenidos en cuentas bancarias bloqueadas. La operación, de hecho, no se ha parado con la detención de los supuestos narcos y la incautación de la droga. Ahora continuará con la investigación patrimonial de cada uno de los detenidos e imputados, para analizar qué bienes poseían fruto del narcotráfico. Hasta ahora solo se han decomisado las tres avionetas, varios vehículos de gama alta -aunque no de lujo- y las referidas cuentas bancarias, aunque no se descarta que se intervengan también diversos bienes inmuebles. No en vano, algunos residían en lujosas urbanizaciones de la Costa del Sol y conducía coches de alta gama.