La 'Casta' se resiste a perder privilegios
Los políticos italianos retrasan hasta enero el recorte de sus sueldos estratósféricos pero ayer, en un día histórico, se canceló su legendaria pensión vitalicia
ROMA.Actualizado:Los italianos odian a sus políticos, una sensación comprensible y razonable que se ha acentuado con la crisis. Los diputados italianos son los más golfos: 84 entre condenados e investigados en los actuales escaños. Y los más vagos: en el último trimestre antes del verano descansaron dos meses, luego llegaron las vacaciones, después cayó el Gobierno y en todo el año han aprobado 14 leyes. Pero son los más privilegiados. Son, simplemente, 'la Casta', un sobrenombre tomado de un exitoso libro que en 2007 describió su increíble vida de dispendios. Por eso, ahora que se piden grandes sacrificios al país, ha llegado por fin el soñado momento de que también ellos se aprieten el cinturón. Pero no es tan fácil.
El nuevo primer ministro, Mario Monti, prometió desde el principio que iba a meter mano a los derroches de los políticos, una señal que pide a gritos la calle, aunque nadie se lo acaba de creer. Es un saludable escepticismo, porque al final los recortes a la clase política en el plan de ajuste han sido muy tímidos.
Encima, uno de los más anhelados, la bajada de los sueldos de los diputados, ha sido pospuesto, una señal alarmante de posible escaqueo. Ambas cámaras han replicado este fin de semana, en medio de la indignación general, que esa medida es competencia del Parlamento, por su plena autonomía, y que el Gobierno, por mucha emergencia que haya, no puede ordenarlo por decreto. En efecto, así es legalmente, y la medida se ha caído del plan de ahorro, que será votado mañana en la Cámara de Diputados.
El presidente de este órgano, Gianfranco Fini, y el del Senado, Renato Schifani, han querido tranquilizar al país jurando que no es un truco, que apoyan la iniciativa sinceramente y que ellos mismos lo harán por su cuenta en enero. Pero cualquiera se lo cree, porque llevan así toda la vida y, más recientemente, todo el verano, desde que se anunció por primera vez en serio en medio del pánico de la crisis.
Informe a las embajadas
Se temió lo peor cuando se creó una comisión para estudiar el tema. Se han reunido solo tres veces y no se les ha ocurrido nada más rápido que pedir un informe a todas las embajadas para que expliquen la situación en sus respectivos países. Pero en Italia esto lo saben hasta los niños. Frente a una media europea de 5.000 euros, un senador italiano cobra más de 11.000 euros limpios y un diputado, más de 9.000, y hay que sumarle reembolsos, dietas y demás. En bruto, son más de 20.000 euros.
Sin embargo, algo se mueve, porque ayer sucedió algo impensable. Como primera señal de que van en serio, cayó otro de los grandes mitos del Parlamento italiano, la pensión vitalicia. Ahora mismo la cobran ya 2.308 exdiputados y cuestan 200 millones al año. Este regalo del cielo es una pensión media de 5.575 euros, siete veces la media de un mortal italiano y el triple de la media europea, que se cobra solo por haber sido diputado una legislatura -cinco años, con una retención de mil euros mensuales-, una vez alcanzada la edad de jubilación. Aunque hasta hace poco bastaba haber sido diputado un día y, gracias a la generosidad del Estado italiano que ahora se termina, algunos se jubilaban hasta con 42 años -récord en 2006 de Giuseppe Gambale, 8.455 euros de pensión-. Este chollo es, en realidad, desde que se estableció el mínimo de una legislatura para cobrarlo, una de las principales garantías de estabilidad política. Ahora mismo, por ejemplo, un sólido argumento contra unas posibles elecciones anticipadas es ese gran partido de todas las ideologías formado por los 350 nuevos diputados y senadores de esta legislatura que quieren pillar la pensión.
La histórica reforma aprobada ayer no toca a los ya agraciados, y una de las últimas afortunadas es la famosa actriz porno Cicciolina, diputada en 1987, que cumplió 60 años hace tres semanas y a partir de este mes va a cobrar 3.000 euros de pensión. Pero desde el 1 de enero se aplicará a los políticos el mismo sistema contributivo de los demás ciudadanos. Es decir,cobrarán la pensión en función de las aportaciones hechas. Afectará a los futuros parlamentarios y a los actuales, de forma porcentual. La edad para cobrarlo serán 65 años, aunque se puede bajar hasta los 60, pero no más, con cada año de escaño a partir de un segundo mandato. De ese modo se les retrasa una década a muchos en torno a los 50 que estaban a punto de cobrarla. También es histórico que, por primera vez, se contempla la posibilidad de renunciar a este privilegio, hasta ahora obligatorio, y que las dietas empiecen a recibirse en función de la asistencia.
Todo gratis
Pero queda mucho por hacer. Las dos cámaras cuestan 1.500 millones. Sus señorías tienen restaurante a precios de risa y peluquero, entran gratis al teatro y al cine, viajan sin pagar en trenes y vuelos nacionales, no abonan el peaje de la autopista y encima la mitad paga en negro a sus colaboradores, si es que les pagan, con los 3.690 euros que reciben cada mes para mantener su equipo. Solo en que coman en los restaurantes subvencionados del Parlamento se van 1,2 millones al año.
La financiación pública de partidos, mediante un increíble reembolso electoral y otras medidas, es pantagruélica, 444 millones en 2010. Pero lo más vergonzoso es que si se donan 100.000 euros a la lucha contra el cáncer se tiene derecho a una desgravación de 392 euros. Si se dan a un partido, son 20.000 euros. 'La Casta' es otro cáncer muy difícil de combatir.