Mar Saura, Gisela Pulido, Eugenia Silva, Charo Carrera, Soraya Sáenz de Santamaría y Celia Sánchez-Ramos.
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Faltó un besamanos

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Ala entrega de los Premios 'Mujer Hoy' solo le faltó un besamanos para Soraya Sáenz de Santamaría, señora a la que todos querían saludar. Por devoción, por admiración, por peloteo. Aunque después del no discurso -«no tengo tiempo, tengo que estudiar ocho asignaturas»- de Gisela Pulido, el público quedó prendado de la campeona de 'kitesurf'. La joven para quien, según Soraya, «ni el mar es lo suficientemente grande ni el viento lo suficientemente fuerte». A ella le pasa lo mismo. «Espero no defraudar a las lectoras que me han elegido con mi trabajo en este tiempo», dijo la todavía no sabemos qué en vísperas.

La revista 'Mujer Hoy' ha premiado a las más admiradas. Galardón que ha recaído en Soraya Sáenz de Santamaría, Gisela Pulido, Eugenia Silva y Celia Sánchez-Ramos. Méritos de la más desconocida: especialista en percepción visual, óptica fisiológica, dispositivos ópticos selectivos, procesamiento neuronal de la señal visual y degeneración de las neuronas en la retina. Inventora con muchas patentes, desarrolló un dispositivo para identificar a las personas por su cornea. Otras las identificamos a ojo.

La sala del Museo ABC que alberga la exposición de Sáenz de Tejada fue también la que alojó la cena. Antes hubo photocall. Eugenia Silva dijo: «Mañana me voy a Nueva York», justo lo que se espera que Eugenia Silva diga. No va a recitar las disposiciones transitorias del Código Civil -aunque sea licenciada en Derecho-. Mar Saura, que presentó estupendamente, se iba al día siguiente. Nueva York es origen, destino y cliché.

El «enano», con la abuela

La convocatoria es apabullante. Aparte de Santiago de Ybarra, Luis Enríquez o Diego del Alcázar, lo mismo ves a Soledad Lorenzo que a Begoña Zunzunegui, a Elena Benarroch que a Carmen Lomana, a Ana Botella que a Jorge Javier Vázquez. Fue uno de los que se acercó a Soraya. Le dijo lo que le gustaba Rubalcaba, que estaba en el partido equivocado -¿eres tan roja como nosotros?- y que a ver qué hacía el PP con la ley del matrimonio homosexual. Soraya toreó. Además, estaban las Segrelles, Genoveva Casanova, Ana García Siñeriz, el embajador de EE UU y señora, Elio Berhanyer, Nicolás Vaudelet y Ana Locking.

Laura Múgica, directora general de Taller de Editores, citó a Indira Ghandi en su discurso: «Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: los que trabajan y los que buscan el mérito. Me aconsejó que tratara de estar en el primer grupo porque hay menos competencia». Soraya Sáenz de Santamaría, cuya madre se había «quedado con el enano», contaba su disponibilidad más allá de cualquier horario laboral. «Estoy con las tomas y me llaman por teléfono». Aunque seguramente lo que Rajoy tenga que decirle se lo dirá en persona. Se lo habrá dicho ya.