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FÚTBOL | LIGA EUROPA

Alegres y cándidos ‘cachorros’

El Athletic jugó con valentía en París pero cayó en un partido intrascendente por sus errores en los balones parados y su falta de contundencia

Nacho Bolívar
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El Athletic dejó escapar un partido que tenía controlado en París por culpa de sus recurrentes problemas en la defensa de las acciones de estrategia, cierta candidez y mala suerte, que también juega en el deporte. Los ‘cachorros’ de Bielsa jugaron con osadía, de forma alegre y vistosa ante un París Saint Germain con más pegada que fútbol, pero una vez más carecieron de la contundencia y oficio necesarios para cerrar los partidos. De nuevo, los últimos minutos fueron nefastos para un Athletic que, en todo caso, ha completado una fase de grupos magnífica y elude los ‘cocos’ en dieciseisavos de final de la ‘Europa League’. De poco le sirvió la victoria a los franceses, ya que el Salzburgo no falló en Bratislava y acabó segundo. Duro y merecido castigo para un club que invirtió más de 40 millones en Pastore y está construido para ser campeón.

A pesar de estar ya clasificado como líder de grupo y de que Bielsa concedió un merecido descanso a jugadores básicos como Amorebieta, Javi Martínez, Ander Herrera, De Marcos o Llorente, el Athletic salió con una actitud encomiable. Se plantó en el Parque de los Príncipes como un equipo grande, con las líneas adelantadas, una presión alta y dispuesto a amargarle la existencia al afamado equipo de Kombouaré. Querían los vascos completar una fase de grupos impecable.

Los movimientos sin balón de Ibai Gómez y de Toquero sorprendieron en el arranque a los galos. Enseguida llegó la primera ocasión, fruto de una volea de Gabilondo con la zurda, tras centro de Ibai, que desvió Douchez. En un saque de esquina, con apenas dos minutos de juego, se produjo el 0-1, merced a un espléndido cabezazo de Aurtenetxe, quien marcó ante el Racing el pasado fin de semana y repitió suerte en Europa.

Parecía en esos primeros compases que el PSG no se jugaba nada y que a los bilbaínos les iba la vida. De forma paulatina, empero, el panorama cambió a lo largo del primer tiempo. Pastore comenzó a entrar algo más en juego y a justificar una pequeña parte de su coste. También Nené tiro de repertorio con su zurda de seda y Gameiro comenzó a generar incertidumbre por la banda derecha. La portería del joven Raúl cada vez se veía más amenazada. Los locales dieron la vuelta al choque en dos acciones a balón parado, donde más sufre el Athletic. Primero fue Pastore, tras una falta fatal defendida en la que hubo una dejada de cabeza y el argentino recibió libre de marca, y después Bodmer, al cabecear en el primer palo un córner.

La segunda mitad fue una repetición, ya que el Athletic comenzó mucho mejor, marcó un golazo en un disparo lejano con el empeine del navarro David López, pero luego no supo sostenerse. El PSG tenía que ganar para mantener ligeras esperanzas de seguir vivo y aumentó la intensidad. Pero no dio la sensación de poder ganar hasta el frenético tramo final. Un penalti por mano clara de San José, aunque quizá fuera del área, fue lanzado a las nubes por Nené. Sin embargo, instantes después Iñigo Pérez desvió sobre su propia puerta un centro desde la derecha. El nuevo penalti, transformado esta vez por Hoarau, fue demasiado castigo para los vizcaínos y un premio sin valor para los franceses.