¿Defiende el aborto? ¿Y el matrimonio gay?

Más de ocho horas de preguntas a 19 candidatos a formar parte del jurado popular en la causa contra el expresidente de la Generalitat y el exsecretario general del PP valenciano dan para mucho, para muchísimo. El objetivo es siempre tratar de elegir a los candidatos idóneos, aunque obviamente el concepto de idoneidad varía en función de las defensas y las acusaciones.

Durante la maratoniana jornada de ayer, las acusacions y las defensas tuvieron tiempo de plantear todo tipo de interrogantes a los aspirantes a jurado. A Virgilio Latorre, letrado de la acusación popular (que ejerce el PSPV), se le atribuyeron al menos dos que, aparentemente, guardan poca y ninguna relación con una investigación judicial por un supuesto delito de cohecho impropio. Según las fuentes cercanas al proceso de selección del jurado consultadas por este diario, Latorre habría planteado a alguno de los candidatos a formar parte del jurado por su opinión sobre el aborto, o por su criterio sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Desde el entorno de la defensa del expresidente Camps se puso el acento en el contenido de estas preguntas, e incluso se considería que el presidente del tribunal, el juez Juan Climent, debería de haberle amonestado por plantear cuestiones de este tipo. «Por ese empeño de retrasar las entrevistas, le ha planteado preguntas que resultan del todo inusuales en este tipo de procedimientos de selección del jurado», se señaló desde ese cícrculo.

Sin quejas

Lo cierto es que ni a esas preguntas, ni a otras planteadas por alguno de los letrados a otros candidatos a jurado -en las que se les interrogó por si fumaban o por si hacían la siesta- se planteó queja alguna por parte del resto de letrados o amonestación por parte del presidente del tribunal.

De hecho, las fuentes judiciales consultadas por este diario señalaron que plantear este tipo de preguntas en un procedimiento de este tipo «entra dentro de la absoluta normalidad». «Lo que cada letrado intenta es confeccionar un perfil psicológico de cada aspirante a formar parte del jurado, porque eso le va a servir durante el juicio para saber qué teclas tocar y cómo plantear sus intervenciones. La clave es el jurado», sentenció esta fuente.

Los mismos medios remarcadon que plantear preguntas relativas a las costumbres de los candidatos a jurado podría tener una intencionalidad calculada de rebajar la tensión de los aspirantes a jurado. «Se hacen preguntas con intención, pero también se hacen otras incócuas, con las que relajar el ambiente o contribuir a acomodar al entrevistado», se dijo.