Kobe Bryant se rebela

Los efectos del frustrado traspaso del base Chris Paul a los Lakers de Los Ángeles siguen notándose en la NBA y esta vez las críticas han llegado de la propia estrella del equipo angelino, el escolta Kobe Bryant, una vez que supo de la salida del alero Lamar Odom hacia los Mavericks de Dallas. Las últimas decisiones que ha tomado la directiva de los Lakers no han sido bien acogidas por Bryant, que después de concluir el entrenamiento del domingo definió el traspaso de Odom como un «regalo» al mayor equipo rival que nadie entiende. Menos comprenden los jugadores de los Lakers la salida de Odom cuando el propio gerente general del equipo, Mitch Kupchak, alabó la gran aportación que había hecho al equipo durante las últimas siete temporadas, incluidos los dos títulos de liga.

Además, los Lakers traspasan a Odom sin recibir ningún jugador importante a cambio, y se va a los Mavericks, los actuales campeones de liga, los verdugos de la pasada temporada. «Para ser honesto con ustedes, no me gusta nada de esto», declaró Bryant. «Es muy duro perder a Lamar (Odom). Pau Gasol continúa aquí y damos las gracias por ello. Son jugadores con los que hemos protagonizado duras batallas y no es fácil asimilar su marcha». En Dallas existe un gran ambiente de satisfacción por la llegada de Odom, el nuevo compañero del escolta español Rudy Fernández, y el entrenador del equipo tejano, Rick Carlisle, ya ha definido su adquisición como «clave» para el futuro del equipo.

«Sin Tyson Chandler, la llegada de Odom va a permitirnos formar uno de los mejores ataques de la liga cuando se una a Dirk Nowitzki y Shawn Marion», destacó Carlisle. Odom, de 32 años, llega a los Mavericks con 12 temporadas de experiencia en la NBA y promedios de 14,4 puntos; 8,7 rebotes y tres asistencias conseguidos en los 82 partidos que disputó la pasada liga. Bryant y el base Derek Fisher fueron los que manifestaron públicamente que no entienden nada de lo que sucede dentro del equipo al surgir ahora los rumores de la posible llegada del pívot Dwight Howard, que podría costarle a los Lakers la salida del pívot Andrew Bynum y de Gasol, en función de lo que puedan pedir el Magic de Orlando. «Es muy difícil para un jugador de baloncesto poder centrarse con este tipo de situaciones», valoró Fisher, presidente del sindicato y que ya criticó con dureza el «veto» que impuso el comisionado de la NBA, David Stern, al traspaso de Paul. «Estoy muy decepcionado por Odom y Gasol. Por mí, Lamar no se hubiese ido».

Bryant y Odom

Bryan fue categórico cuando dijo que «odiaba» ver marchar a Odom de Los Ángeles, sobre todo porque se iba a su peor rival y sin ningún tipo de compensación, un simple derecho de selección de la primera ronda del sorteo universitario del 2012. «Espero que ahora Mark Cuban (dueño de los Mavericks) no haga ningún tipo de comentario negativo al traspaso ni se oponga como hizo cuando se iba a dar el de Paul», denunció Bryant. Ante este «caos» que se vive dentro de los Lakers, el nuevo entrenador del equipo, Mike Brown, no ha podido todavía centrarse en su trabajo para tener al equipo lo mejor preparado posible para el Día de Navidad, cuando en el Staples Center se enfrente a los Bulls de Chicago en la jornada inaugural de la liga.