Marc Gasol seguirá en Memphis. / Efe
NBA | MERCADO

Cara para Marc, cruz para Pau

Mientras el mayor de la saga Gasol asume su más que posible salida de los Lakers, su hermano pequeño consigue una renovación de estrella con los Grizzlies

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

“La NBA es cada vez menos deporte y más negocio”. Estas palabras las articulaba Pau Gasol tras cerciorarse de los planes de Los Ángeles Lakers de usarlo como moneda de cambio en la construcción de su nuevo proyecto. Aunque la primera intentona de la franquicia angelina para fichar al base Chris Paul fue frustrada por la propia NBA, el futuro del catalán parece encaminarse hacia un destino lejos del equipo con el que ha disputado tres finales y ha conseguido dos anillos de campeón. Mientras el catalán tiene toda la pinta de acabar engrosando más las víctimas del ‘show bussiness’, su hermano Marc, el mediano de la saga más conocida del baloncesto español, ha logrado gracias a este regateo previo a la competición un contrato estratosférico –cobrará cerca de 58 millones de dólares (45 millones de euros) por las próximas cuatro temporadas- con el que los Memphis Grizzlies logran atar a uno de sus baluartes, triplicando la ficha que venía cobrando hasta ahora.

Esta noticia la dio el pasado lunes el propio presidente del equipo Michael Heisley. “No podemos permitir que se vaya”, aseguraba con rotundidad. Era la respuesta a la imponente oferta que los Houston Rockets habían puesto sobre la mesa. La franquicia de Texas, condenada a ser un equipo de mediopelo tras el adiós de Yao Ming, fagotizado por un sinfín de lesiones, ha visto como su ofensiva para hacerse con el ‘gen Gasol’ se desmoronaba en unas pocas jornadas. En primer término, se involucró en una operación a tres bandas para lograr los servicios de Pau. A cambio, ellos empaquetaban al argentino Luis Scola, al esloveno Goran Dragic y a Kevin Martin y los mandaban rumbo a Nueva Orleans, movimiento que servía a Los Lakers para hacerse con los servicios de su gran estrella: Chris Paul. La operación exasperó la mermada paciencia de los propietarios. La rebelión originada forzó a David Stern a frenar el traspaso porque vieron un abuso de poder en la operación. El comisionado dio un rápido giro de tuerca aprovechando el desgobierno de los Hornets, gestionados por una comisión que depende de la NBA, propietaria del equipo desde 2010.

Con ese primer movimiento anulado, los Rockets no tardaron en levantar la paleta para pujar por Marc Gasol. 55 millones de dólares por cuatro años para hacerse con los servicios del pívot, que había sido etiquetado por la prensa especializa como uno de los tres agentes libres restringidos más interesantes del mercado. Esa condición implica que puede recibir ofertas pero que su equipo tiene tres días para igualarla cuando el jugador se lo comunique. Es la versión ‘yankie’ del derecho de tanteo que impera en la ACB. La contraoferta por el catalán llegaba a las oficinas de la Liga. Con ella, Memphis pone al pívot la etiqueta de ‘respetable’ al incluirlo en el grupo de los mejores pagados de la competición.

‘Rara avis’

Marc es un pívot rocoso, una ‘rara avis’ que, aunque no está en peligro de extinción, es bastante escaso. Un puñado de opciones que revalorizan cada uno de sus 215 centímetros de humanidad. Los Grizzlies firman una hipoteca para dar continuidad al proyecto que les llevó a las semifinales de Conferencia de la pasada temporada. Tiene comprometidos 153 millones de dólares por los aleros Rudy Gay y Zach Randolph más una partida de 45 millones adicionales para Mike Conley. La nueva nómina del español conllevaría quebrar los límites del tope salarial, un mecanismo para impedir la barra libre de fichajes y un endeudamiento excesivo. Por ello, todo apunta que para liberar carga financiera a las cuentas de la franquicia darán salida a O.J Mayo.

Despejado el futuro de su hermano, que ha confirmado el acuerdo en su cuenta de Twitter, el foco se centra sobre Pau Gasol. Colocado en la cámara de despegue, su destino podrían ser los Magic de Orlando. Los Lakers se harían así con otro de sus grandes deseos para renovar su cabeza de cartel: ‘Superman’ Howard, que baraja también la posibilidad de irse a los Nets de Nueva Jersey. Sin embargo, la permuta, en la que el joven Bynum también se vería involucrado, podría traer también a Türkoglu, lo que conllevaría un gasto desmesurado de 22 millones en apenas dos años. La operación, por el momento, parece no saciar del todo las expectativas de los de Florida y la opción de conseguir a Chris Paul, aunque en un segundo plano, sigue vigente. Incluso una operación a tres bandas, con equipos como Golden State Warriors, podrían traer al base a Los Ángeles.

En este espeso panorama, el pívot parece haber asumido su salida de la manada, aunque siga entrenando con sus compañeros. La reinvención de los Lakers no exige su marcha pero no parece quedar otra opción. Con Kobe Bryant -quien ha dado las «gracias» porque Pau siga allí por el momento- como la máxima autoridad del vestuario, la pieza de más quilates para un trueque de primer nivel es el catalán, a pesar de la triste balada que entonó su padre Agustí, quien sugirió que “se estaba desmontando y descompensando el equipo”. Lamar Odom, incluido en las primeras negociaciones con los Hornets, ha conseguido irse a Dallas Maverick, el vigente campeón, al no “sentirse querido”.

Andre Bynum no resulta por sí mismo lo suficientemente atractivo como cerrar un trato de primer nivel, ya que su acristalada rodilla le ha restado algo de valor en un mercado que apremia tras sufrir el yugo del ‘lock out’. La NBA rara vez entiende de sentimentalismos. Mejor dicho, nunca lo hizo. Mantener el espectáculo, el mismo motivo que llevó a Pau a Los Ángeles, parece ser lo que le alejará de allí. Una notable hoja de servicios parece no ser suficiente en este caso. A pesar de la pájara de los últimos play-off, el que ha sido el paladín de Kobe Bryant estos últimos años resultó capital en la consecución de dos títulos consecutivos. Mitch Kupchak, gerente del equipo, reconoció el gran «descalabro» por no haber podido fichar a Paul y confesó «estar trabajando en grandes fichajes». Los callejones de esta negociación parecen inescrutables. El tiempo para los movimientos expira el 15 de marzo. En un improbable ejercicio de fe, si se frustran todas las posibilidades, quizás Gasol. O quién sabe si a estas horas el biorritmo del mercado ya haya desencadenado la operación y este cruzando Estados Unidos rumbo a su nuevo destino.