CERROJAZO
Actualizado:Parece que el PP está decidido a buscar fórmulas imaginativas para solucionar el problema de los canales autonómicos. Estos canales cuestan mucho, sufren una deuda cada vez más difícil de financiar y tienen una audiencia más bien baja. En un paisaje de generalizados recortes presupuestarios, ya no hay quien sostenga el muñeco. ¿Qué hacer? Solo hay dos opciones. Una, cerrarlos, lo cual traería consigo problemas políticos mayúsculos, como se ha visto en Asturias. La otra opción es transferir la gestión a empresas privadas, pero hay pocos incautos dispuestos a cargar con la tarea. La patronal de las privadas, UTECA, ha propuesto reconfigurar el paisaje: crear una especie de red de cadenas autonómicas, bajo la cobertura de TVE, con desconexiones para la programación regional. Pero esta propuesta solivianta a los poderes autonómicos, que se quedarían sin su principal factoría de imagen. ¿Por qué no hablamos claro? En toda España, los canales autonómicos han funcionado como portavoces del partido en el poder. Y en las comunidades con partidos nacionalistas, el argumento de preservar la propia lengua se ha convertido en la coartada para forjar instrumentos de «construcción nacional», como sin rubor confiesan los responsables de la autonómica catalana. Y, hombre, podemos aceptar que cada cual quiera construir la república independiente de su casa, pero no que lo haga con fondos públicos, ¿verdad? Por otro lado, cada vez que se plantea el necesario recorte del gasto en televisiones autonómicas, siempre surge alguna voz que llora por los periodistas que se irán a la calle. Eso es verdad y a todos nos duele que se pierdan puestos de trabajo en la profesión. Ahora bien, la perspectiva cambia si reparamos en que mantener esos pozos televisivos sin fondo, incluidos sus puestos de trabajo, ha endeudado a las comunidades autónomas hasta el extremo de suspender pagos a empresas proveedoras, cerrar quirófanos o prescindir de servicios de interés general, y eso ha hecho que se pierdan muchísimos más empleos. Sea cual fuere la solución, sin duda será traumática.