Tom Ford rescata el siglo XIX
El diseñador tejano encabeza un grupo de diseñadores que apuestan por presentar sus colecciones de moda en eventos reducidos y para su clientela más selecta
MADRID Actualizado:Renunciar a lo mediático de la moda podría verse como una condena a muerte para un diseñador en los tiempos en los que manda la inmediatez y la sobreexposición. Mientras algunos optan por lanzarse a la conquista del gran público a través de Internet y las redes sociales, otros apuestan por estrategias diametralmente opuestas. Es el caso de Tom Ford. El creador texano ha decidido volver al origen de la alta costura para exhibir sus colecciones solo para un exclusivo grupo de espectadores, al estilo del siglo XIX.
Cuando Tom Ford decidió regresar a la moda tras seis años de ausencia lo hizo al frente de su propia firma y rodeado de un gran hermetismo. El exdirector creativo de Gucci e Yves Saint Laurent preparó un desfile íntimo en su tienda neoyorkina de la Avenida Madison a la que acudió solo un centenar de exclusivos invitados –clientes y prensa-, bajo la advertencia de no fotografiar lo que allí se exhibiera.
Fue una apuesta personal de Ford por dar prioridad a la exclusividad del lujo y alejarse de la dictadura de las nuevas tecnologías. “Entiendo la inmediatez de la moda, no la necesidad de esta inmediatez. De hecho, creo que es mala”, confesó el polifacético diseñador. Para la próxima colección primavera-verano 2012 utilizará la misma estrategia, aunque en esta ocasión organizará diez presentaciones con grupos reducidos en los que ejercerá de maestro de ceremonias relatando hasta los más mínimos detalles de sus creaciones.
'Trunk show'
No se trata de una fórmula innovadora, sino de una vuelta al origen de la alta costura. Fue Worth, en 1858, quien presentó la primera colección de moda ante su clientela más selecta en su pequeño atelier parisino. Era el modo de hacer de la época, hoy rescatado y renombrado como ‘trunk show’.
La alta costura mantuvo durante muchos años esa confidencialidad en la que las colecciones solo eran vistas por las clientas. Quizá sea eso lo que busca Ford: que nadie copie sus colecciones. Y es que es habitual que los diseños de las grandes firmas sean fusilados y colgados en tiendas de precios populares a los pocos días de haber sido presentados.
El ‘método Ford’ ya ha sido empleado por otros colegas de la profesión. Oscar de la Renta, Donna Karan, Salvatore Ferragamo o Carolina Herrera son algunos ejemplos de diseñadores que también apuestan por rescatar el pasado y dar mayor exclusividad a sus prendas.