DEUDA
Actualizado: GuardarEste año, el calendario laboral está en deuda conmigo, los dos festivos me ha tocado teclear; con mucho gusto, por cierto. Antes de entrar en materia: les pido disculpas a los hombretones y a los amantes de la belleza en general por el artículo del pasado miércoles, no era mi intención estropear la página. Soy consciente de que, sin mi presencia columnar, hubieran cabido dos o tres fotos más del calendario Porno-Pirelli, lo siento. De todas formas, si algún varón lo leyó, enhorabuena, lo desnudo no quita lo valiente. Empezaremos el sermón de hoy por una petición. Según dicen los diarios, la familia real se está planteando reducir la plantilla a seis miembros; sobran las infantas y sus respectivos, ahora, sobre todo uno, el íntegro. Por pedir que no quede: ¿me podrían borrar a mi de la lista de los súbditos de la realeza que nos representa? Y no es porque suponga yo un gran gasto, es más, el juego de tronos y truenos varios me cuesta dinero. Además, si se pueden quitar a príncipes y princesas, lo mío será mucho más fácil. No se preocupen por mí, no se sientan en deuda, no me deseen feliz Navidad en el discurso del día veinticuatro, no quiero ser una carga para una familia tan baqueteada. No es porque uno sea republicano, antimonárquico, ni nada de eso; reivindico mi derecho a no ser nada, un simple Óscar que bastante tiene con entenderse a sí mismo, como para tener que soportar coronas, banderolas o pancartas de otros. Me salgo de la corte y me voy al bosque a comer moras, hasta que lo deforesten, como en Brasil. Hablando de deudas, me surge una duda. Europa está en deuda; el fútbol profesional está endeudado; los gobiernos también; la banca; las grandes empresas... ¿Alguien sabe por qué nosotros, la «ciudadanía», no podemos estar en deuda? Más que nada, porque nos desahucian, nos pegan, o nos escupen. ¿A partir de qué nivel de ingresos se adquiere el derecho de tener deuda y dormir tranquilo? Si encuentran la respuesta, estoy en el bosque persiguiendo a una hada que no me cobra impuestos por los dulces sueños. Pasen buen día.