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La adhesión de Croacia a la UE, un matrimonio de conveniencia

Preocupados por el alcance de la crisis del euro, los ciudadanos saben que no se pueden quedar fuera del club

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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La firma de la adhesión de Croacia a la Unión Europea llevó este viernes a numerosos croatas a expresar su inquietud ante la crisis que sacude a toda la zona euro, aunque la mayoría coinciden en señalar que sumarse al bloque de la divisa común es la opción correcta.

«Aunque estamos todos muy preocupados con lo que ocurre en el seno de la UE por el hecho de que la evolución de la situación resulta imprevisble, no tenemos otra alternativa», dijo a la agencia AFP Nevenka Maric, de 36 años, traductora de profesión, que vive en Zagreb. Croacia es «económicamente dependiente de la UE y por eso era necesario incorporarse a ese club. Tendremos muchos otros beneficios, como por ejemplo más posibilidades para la educación o incluso mayor protección de los consumidores», explicó.

Las autoridades croatas procedieron este viernes a firmar el tratado que permitirá al país convertirse en el 28º estado de la UE, posiblemente en julio de 2013, ya que ese documento deberá todavía ser aprobado por los croatas en un referendo, y debe ser posteriormente ratificado por los otros 27 integrantes del bloque. Estamparon su firma la Primer Ministra saliente, Jadranka Kosor, y el presidente Ivo Josipivic. Después de Eslovenia en 2004, Croacia es la segunda de las seis ex repúblicas yugoslavas en adherirse a la UE, una perspectiva abierta al conjunto de los países balcánicos occidentales.

Recelos aparte, la firma de este viernes reviste una importancia histórica para la ex república yugoslava, al producirse 20 años después de la proclamación de la independencia de Croacia, tras una cruenta guerra de cuatro años (1991-1995) contra rebeldes serbios apoyados por Belgrado. «Una nueva época para Croacia!», titulaba el diario Jutarnji List, en su edición para Internet, una información que iba acompañada de una foto que mostraba a la primera ministra Kosor y al presidente Josipivic en el momento de suscribir el tratado.

Sin embargo, esta adhesión se parece mucho más a un matrimonio de conveniencia que a una boda por amor. Los últimos sondeos indican que aproximadamente el 60% de los croatas apoya la integración europea, pero no saben decir qué podrá aportarles. «Las personas simplemente no conocen lo que les espera. Nos deberían dar una información completa para poder formarnos una opinión» antes del referendo, previsto para el inicio de 2012, dijo Tanja Zemljic, una agente comercial de 41 años. «La UE está hundiéndose, y la cuestión ahora es saber hacia dónde se dirige. ¿Acaso se encamina hacia una catástrofe?», se preguntó.

Huellas de la guerra

Más allá de la crisis en la zona del euro, el escepticismo de los croatas se acrecentó durante la agotadora duración de las negociaciones para la adhesión (2005-2011) y por determinadas exigencias de Bruselas consideradas como «injustas» en Croacia. Es el caso, por ejemplo, de la cooperación con la justicia internacional que se ocupa de crímenes de guerra: muchos croatas todavía consideran como un héroe de la independencia al general Ante Gotovina, quien en abril pasado recibió una severa condena de prisión.

Por su parte, los que se oponen a la adhesión consideran que Croacia perderá su identidad nacional al sumarse a un «mega-estado», y acusan a los líderes del país de «traicionar los intereses nacionales». «La UE se hunde y Croacia no precisa de una nueva aventura», dijo Zelkjo Sacic, que el jueves organizó en el centro de Zagreb una manifestación que se proponía prevenir «una tragedia nacional» y llamó a los croatas a votar NO en el referendo. «Yo votaré contra la adhesión», dijo Ankica, una joven de 38 años.

«Hemos visto lo que ha pasado en Grecia, España y Portugal». El ex presidente croata Stipe Mesic, que dirigió el país entre 2000 y 2010, señaló que la adhesión debería asegurar la paz en los Balcanes, desgarrados por los conflictos en los años 1990. «Nuestras fronteras se abrirán, los Estados continuarán (...) pero no habrá más motivos para la guerra», dijo Mesic a la agencia AFP.