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Cuarto juicio a Jenaro Jiménez, esta vez por lo civil
Una cliente reclama al empresario y a su socio en la promotora Emblematic Houses los casi 30.000 euros que entregó para una casa
CÁDIZ. Actualizado: GuardarAntes de que acabe el año, Jenaro Jiménez, el empresario gaditano que simuló su desaparición en 2008 para huir a Paraguay tendrá que volver a los juzgados para responder por las supuestas deudas que dejó atrás en su viaje.
En los últimos seis meses ha tenido que comparecer en tres juicios por la penal, acusado de varios delitos de falsedad y estafa. En dos de ellos ha salido absuelto y el tercero sigue a la espera de sentencia. Esta vez, en su cuarto juicio (señalado el próximo 13 de diciembre) el asunto discurre por la vía civil, y Jenaro Jiménez no estará solo. También está 'codemandado' Carlos E, el socio de Jenaro en la promotora Emblematic Houses, creada al 50% para edificar un edificio residencial en el número 20 de la calle Marconi, en Cádiz. La compradora de uno de estos pisos (C. B.) demandó a la inmobiliaria -y por tanto a ambos dueños- para reclamar los 29.800 euros que entregó por una vivienda a la que renunció.
Esta misma demandante estaba también personada en el último juicio contra Jenaro, el pasado 2 de diciembre, en el que el empresario fue acusado de apropiarse supuestamente de 47.000 euros que su excuñado le entregó un día antes de la desaparición. Precisamente, con esa cantidad, Jenaro pagaría a C. B. los 29.800 euros que le debía, más algunos beneficios. Pero tras su huida a Paraguay, el dinero se esfumó.
En su última declaración, Jenaro Jiménez aseguró ante el juez que parte de los 47.000 euros fueron entregados a su socio Carlos E, en un novelesco encuentro en un garaje. La otra parte del dinero, en cambio, se la quedó el empresario porque -según dijo- le correspondía.
El socio, al que se le archivó la denuncia en la vía penal, negó entonces que aquel encuentro se hubiera producido, y rechazó haber recibido un céntimo de aquella cantidad. Es más, también él tiene interpuesta una denuncia contra Jiménez, en la que le acusa de haberse llevado supuestamente todo el capital de Emblematic Houses antes de fingir su muerte en las playas de Zahara de los Atunes. En aquel juicio, Jenaro Jiménez también relató su particular versión de aquella rocambolesca desaparición. Según él, intentó suicidarse ahogándose en el mar, desengañado por una supuesta infidelidad en su matrimonio. Sin embargo, al no conseguirlo (dijo que tomó insulina, pero no lograba desmayarse) decidió de manera impulsiva viajar a Sudamérica en el primer vuelo que salía desde Gibraltar, con el dinero que casualmente llevaba encima -más de 10.000 euros en efectivo- y con su pasaporte. En Paraguay, bajo el nombre falso de Álvaro Domecq, formó una nueva familia, tuvo una hija e inició nuevos proyectos empresariales, hasta que en agosto de 2009, de nuevo atenazado por las deudas, pidió ayuda a un amigo español y se destapó que la muerte en Tarifa había sido todo un engaño.
El asunto de mayor calado
Con todo, la sospecha de que Jenaro Jiménez había fingido todo y se había quitado de en medio comenzó a rumiarse entre sus socios, familiares y otros deudores mucho antes. Sus denuncias fueron añadiéndose al proceso judicial que se había abierto en los juzgados de Algeciras con motivo de la desaparición. Pronto, lo que comenzó como la búsqueda de un cadáver, terminó con una orden a la Interpol en busca de un fugado. Al reaparecer hace dos años, aquel sumario -el más abultado de todos- pasó a los juzgados de Cádiz, donde aún continúa abierto a la espera de que se fije una fecha de juicio.