Acto de izada de la bandera. / Efe
XXXIII aniversario de la constitución

Zapatero y Rajoy defenderán al unísono en Europa que España es un «país fiable»

Ambos apoyan las reformas que proponen Merkel y Sarkozy y defienden que la reducción del déficit es "un compromiso irrenunciable"

MADRID Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy han sellado un pacto. Se dirigirán a los líderes europeos con una sola voz y un solo mensaje. El objetivo es que nadie tenga dudas de que ambos representan a España y a su Gobierno y de que hablan en su nombre, sin pensar en matices o en presidentes entrantes o salientes. Es el colofón internacional a un proceso de traspaso de poderes que el propio PP tildó ayer de modélico.

La finalidad es transmitir al unísono que España es "un país fiable", que su compromiso con la reducción del déficit público y con las reformas es "irrenunciable", y que va a apoyar de forma decidida la puesta en marcha de todos los cambios para la constitución de un "gobierno económico europeo" y para el blindaje del euro que han propuesto Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.

Tal es la sintonía que ambos líderes exhibieron ayer que Rajoy consideró innecesario celebrar la reunión en la Moncloa que tenían marcada para los días previos a la importante cumbre de la UE del viernes en Bruselas. "Hemos hablado a diario y lo tenemos todo acordado", señaló el líder popular. La posición de apoyo a la reforma de los tratados de la UE para lograr la convergencia fiscal y un rígido control del déficit está "plenamente consensuada", ratificó Zapatero. "Tenemos una visión compartida sobre el futuro de la zona euro", insistió.

El todavía presidente del Gobierno no tuvo empacho en reconocer que, durante la cumbre, trasladará a sus socios la posición de España en nombre del futuro jefe del Ejecutivo. Indicará que España considera la propuesta de Merkel y Sarkozy "un paso adelante" en la consolidación de las finanzas europeas y que espera que sirva para que los mercados de deuda den una respuesta "positiva". Pero también recalcará el compromiso del Gobierno español con el cumplimiento de los objetivos de reducción del déficit, para lo que recordará que son el único país, junto con Alemania, en introducir la obligación del equilibrio presupuestario en la Constitución. De hecho, la primera ley que el Ejecutivo de Rajoy remitirá al Parlamento es la que desarrollará y fijará los plazos y los límites para el cumplimiento de esta exigencia.

Los compromisos de Rajoy

El propio Rajoy tendrá la oportunidad de transmitir en primera persona a los grandes líderes europeos los principios y compromisos que regirán la acción de su Gobierno unas horas antes que Zapatero, durante la reunión que los responsables de los partidos populares celebrarán este miércoles y jueves en Marsella. Se dirigirá al conjunto y mantendrá entrevistas con Merkel, Sarkozy, el presidente de la Comisión Europea, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, ente otros.

El futuro presidente quiere fijar la postura de España en cuatro puntos. El primero, "no vamos a renunciar de ninguna manera al control del déficit" y para lograrlo "haremos lo que sea necesario", por convencimento no por imposición.

En segundo lugar, no sólo apoyará la reforma de tratados que proponen los dos principales líderes europeos sino que propondrá que se busquen mecanismos para implantar los cambios con la mayor celeridad posible porque cree que "otorgarán una gran credibilidad" a los países del euro y rebajarán las dudas sobre sus deudas públicas.

El tercer compromiso es abordar todas las reformas estructurales precisas en España para mejorar la competitividad, como la del mercado laboral y la negociación colectiva o los incentivos a la creación de empleo.

Tras estos tres compromisos una reclamación. "España demandará todos los esfuerzos necesarios para recuperar la credibilidad de la deuda soberana y para que fluya el crédito". Es decir, pide medidas de la UE y del BCE para la adquisición de deuda española y financiación de los bancos, que rebajen la prima de riesgo y reactiven los préstamos.

No descarta subir el IVA

Rajoy desveló los principios, pero sigue sin concretar los medios, especialmente los destinados a asegurar la reducción del déficit público en 2012 al 4,4%, lo que exigirá dejar de gastar entre 15.000 y 30.000 millones, en función de que los números rojos de este año se queden en el 6% o lo superen.

Ya no solo está en duda si tocará el sueldo de los funcionarios o las pensiones, entre otras partidas, sino que, por primera vez, no descarta una subida de impuestos indirectos, como el IVA, cuyo tipo general es de 18%, de los más bajos de Europa. Sólo se sabe que habrá reducción del déficit "sea como sea" y que esta medida, que podría debatirse en marzo, con la elaboración de los Presupuestos, "se anunciará en su día". Preguntado si imitará en este sentido al italiano Mario Monti dijo: "Cada uno tiene sus recetas".