Pirelli se lo quita todo
Mario Sorrenti, ex de Kate Moss, fotografía a la modelo y a las mujeres más bellas del mundo en el almanaque más esperado para 2012
Actualizado:Mario Sorrenti es el primer italiano al que se encarga un calendario Pirelli, por mucho que la marca de neumáticos sea italianísima, y parece que se ha propuesto recuperar la esencia de este arte: al fin y al cabo, se trata de adornar la pared de un taller con una imagen en la que se vea mucha piel de mujer, para animar el ojillo de camioneros y mecánicos, que no necesitan de muchas coartadas para disfrutar de esta rama de la fotografía. Así que Sorrenti ha prescindido del rollo teórico y de la parafernalia estética de muchos antecesores –por no hablar de la herejía de Karl Lagerfeld, que se atrevió a meter a un tío en el calendario de 2011– y se ha limitado a dejar a las chicas sin ropa, en lo que unos llaman desnudo integral y otros pelota picada.
Es cierto que el calendario ya no suele acabar en talleres grasientos, porque se ha convertido en un valioso regalo de la empresa a sus clientes destacados, pero seguro que muchos de esos afortunados también agradecen esta vuelta a la naturalidad, que no obliga a estudiarse las referencias mitológicas para quedar bien. Sorrenti se ha llevado a Córcega a su ex pareja Kate Moss, en su tercera participación en el calendario; a la brasileña Isabeli Fontana, que va ya por la quinta, y a la actriz Milla Jovovich, como parte de una especie de Naciones Unidas de la belleza en la que también figuran Rinko Kikuchi, Natasha Poly, Saskia de Brauw, Lara Stone, Joan Small, Margareth Madè, Guinevere van Seenus, Edita Vilkeviciute o Malgosia. Y, una vez en la isla mediterránea, las ha puesto a todas a posar en playas, campos y rocas.
«Al principio pensaba que iba a hacer fotos muy sexis, pero cuando llegué allí me di cuenta de que no quería que fuesen sexis en absoluto... No quería que posasen y arqueasen la espalda como poniéndome las tetas en la cara o algo así», ha comentado el fotógrafo durante la presentación del calendario de 2012 en Nueva York. Y menos mal que lo ha aclarado: por un momento, habríamos podido pensar que todas estas mujeres hermosísimas y desnudísimas resultaban sexis, bastante sexis, al menos un poquito sexis. A lo mejor hay que preguntar en un taller mecánico.