Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Pérez Rubalcaba. :: EFE
ESPAÑA

Rubalcaba se distancia del presidente en funciones

El ya líder de la oposición pone 'peros' al pacto franco-alemán y reclama un plan de reactivación económica

PAULA DE LAS HERAS
MADRID.Actualizado:

Empieza la oposición socialista sin José Luis Rodríguez Zapatero. O incluso contra él. El apoyo formal del presidente del Gobierno en funciones a la reforma del Tratado de la UE acordada por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, cayó mal en el PSOE. Ni un 'pero' puso a un texto que consagra la austeridad como doctrina única y se olvida, a juicio de buena parte de los dirigentes del partido, del crecimiento. Alfredo Pérez Rubalcaba, se encargó de subrayarlo.

El nuevo presidente del grupo parlamentario socialista aprovechó su presencia ayer en el acto de conmemoración de la Constitución en el Congreso para dejar claro que el pacto de Merkel y Sarkozy, miembros ambos del Partido Popular Europeo, no le resulta del todo satisfactorio porque no contempla mecanismos de estabilidad como los eurobonos -títulos de deuda respaldados por todos los países de la zona euro- y, sobre todo, porque no incorpora un plan de «reactivación económica».

Lo hizo cuando ya abandonaba la Cámara baja, tras haber evitado a la entrada los micrófonos y, lo más importante, después de saber que Zapatero había respondido casi con un 'amén-jesús' al plan diseñado por el 'directorio' franco-alemán en su afán de mantener el respeto institucional hacia su sucesor en el Ejecutivo, Mariano Rajoy.

«No necesitaba hablar; ha defendido lo contrario de lo que sostienen los socialistas europeos, interfiere en la posición que mantendrá Alfredo en la investidura y, para colmo, muestra una sumisión a 'Merkozy' superior a la que mostrará Mariano Rajoy», reprochaba minutos después de conocerse la postura que defenderá Zapatero un veterano parlamentario socialista.

«Al gusto alemán»

No se trata de una queja aislada. Algunos, como el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, incluso se desfogaron en Twitter. Una detrás de otra, el líder de los socialistas andaluces dejó escritas en su cuenta una retahíla de ácidas preguntas: «¿De verdad estamos de acuerdo en reformar el Tratado al gusto alemán y castigar ahora a los que cumplimos cuando Alemania incumplió el déficit?», «¿De verdad estamos de acuerdo en dejar que Alemania dicte reglas solo para lo demás?», «¿De verdad estamos de acuerdo con que el Tratado sea un contrato de adhesión?», «¿De verdad -insistió- podemos subordinar el demos a los mercados?».

También el diputado por Navarra, Juan Moscoso, y el integrante de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, dejaron constancia de su discrepancia -en distintos grados- con la fórmula que Alemania y Francia pretenden aprobar el viernes y que, entre otras cosas, reforzará las sanciones para quien no respete el déficit del 3%.

Hace apenas veinte días, el eurodiputado socialista Enrique Guerrero argumentó durante un debate sobre gobernanza económica en Estrasburgo que si la UE optaba por una, a su juicio desaconsejable, reforma institucional como respuesta a la crisis sería precisa una mayor integración económica y más solidaridad. Aspectos que, sostienen también los socialistas franceses y alemanes, han caído en el olvido.

Con todo, Rubalcaba se mostró bastante cauto y admitió que el acuerdo puede ser un «paso adelante en la dirección correcta».