Guardiola se 'reconcilia' con Piqué y prueba a la cantera ante el Bate Borisov

En una especie de contradicción futbolística, el Barça «del día a día», lógico y tópico recurso al que siempre hace referencia Pep Guardiola cuando le preguntan por las grandes citas del calendario, se transforma esta noche en el Barça del futuro. Mucho más que el resultado ante el Bate Borisov, con el pase a octavos de final de la Liga de Campeones como primero de grupo ya asegurado, y que incluso el clásico del sábado ante el Real Madrid, porque contra los bielorrusos no van a jugar los titulares y no hay riesgo de lesiones, el gran atractivo de este intrascendente enfrentamiento europeo es ver las evoluciones de las joyas que se están puliendo en la cantera azulgrana. Se trata de comprobar si los futuribles Deulofeu, Rafinha, Sergi Roberto, Cuenca, Montoya o Bartra aprueban el examen de la presión del Camp Nou para jugar algún día un duelo como el inminente del Santiago Bernabéu, pero en 2013 o 2014.

Los chavales no estarán solos, porque algunos jugadores del primer equipo también han sido reclutados para la ocasión. Se trata de Pinto, que será el portero titular, Fontàs, Maxwell, Thiago, Pedro y Piqué. Los dos últimos incluso podrían disputar el clásico. Pedro tiene menos opciones porque arrastra molestias en un tobillo, pero Piqué sí entra en las quinielas pese a su aparente 'castigo' ante el Bate. «Piqué ha estado un tiempo parado y por eso lo convoco. No hay 'caso Piqué'. No hagáis interpretaciones», explicó Guardiola.