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El futuro incierto de la 'Armada'

La despedidas de Nadal, Ferrer y las dudas de Feliciano dejan un vacío difícil de cubrir a corto plazo Almagro, Verdasco y Granollers se perfilan como los nuevos líderes del equipo español de la Davis

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Después de la gloria, las dudas. Tras levantar cinco 'ensaladeras' en once años y saborear el éxito, la incertidumbre. Pero tiene su porqué: los tenistas que en los últimos años han llevado a lo más alto del tenis mundial a España son irremplazables; son jugadores irrepetibles. Es la generación dorada del tenis español. Y es difícil que se vuelva a formar un equipo con cuatro deportistas de tanto talento y calidad, especialmente en la modalidad de individuales. Por ello, la épica final de Sevilla ha puesto el punto y final a una época dorada plagada de triunfos.

El primero que dijo adiós fue David Ferrer. «Es difícil que volvamos a coincidir los cuatro jugadores de ahora en una eliminatoria, no lo veo posible», avanzó el alicantino. Minutos después fue Nadal el que aseguró que en su «calendario no está incluida la Copa Davis, no hay tiempo». Feliciano López también se mostró partidario de dejar paso a otra generación de jugadores, mientras que Fernando Verdasco es el único que dejó la puerta abierta a su participación durante el año 2012. Además, no solo los jugadores parecen haber dicho adiós. El tono de las últimas palabras de Albert Costa en Sevilla sonó a despedida del cargo de capitán. En el caso de no seguir, Carlos Moyà es uno de los principales candidatos para sustituirle.

Sin el número dos del mundo y mejor deportista español de la historia, ni el quinto jugador de la ATP, que ha completado la mejor temporada de su vida, el futuro del equipo español es incierto. Para la temporada que viene, en el caso en el que decida continuar, Fernando Verdasco será uno de los encargados de liderar un equipo que tiene muy difícil repetir el éxito de los últimos años.

Protagonista

En la nueva generación de jugadores de la 'Armada', uno de los principales nombres que suenan para encabezar el equipo es el de Nico Almagro. Con 26 años, el actual número diez del mundo, y héroe de la eliminatoria frente a Perú en 2008, atesora calidad suficiente como para cumplir en el equipo español, especialmente sobre tierra batida. Con una derecha poderosísima, un gran servicio y un revés capaz de hacer las delicias del público, en 2011 ha encontrado la regularidad y la madurez en su juego que le habían faltado años atrás.

Pero el murciano no las tiene todas consigo. «Todos parecen tenerlo muy claro, pero durante estos últimos años mi confianza ha sido minada de tal manera que tengo serias dudas de que pudiera ser convocado al equipo, incluso renunciando las 400 primeras raquetas nacionales. Por eso todos parecen tenerlo claro menos yo», confesaba Almagro este lunes en su cuenta de la red social Twitter.

Otro candidato para sustituir a Nadal y compañía es Marcel Granollers. El catalán, que ya sonó para formar parte del dobles que disputase la final de La Cartuja, a sus 25 años ya no es el tenista que viajó a Mar del Plata para hacer piña y ocupar un papel secundario. Ahora, instalado entre los 30 mejores del mundo, está capacitado para dar un salto en su carrera y ejercer de protagonista en el equipo español. Además, por fortuna del que ocupe la capitanía la temporada que viene, el barcelonés puede hacer un buen papel tanto en individuales como en dobles.

Él y Marc López fueron los encargados de entrenar junto a Verdasco y Feliciano de cara a la final ante Argentina. Y en esos entrenamientos se pudo ver la buena sintonía entre los dos tenistas catalanes. Su compañero en esos días, dotado de una 'mano' ideal para el punto del sábado, también es otro de los posibles jugadores que formen un equipo en el que también pueden aparecer viejos conocidos de la afición española como Juan Carlos Ferrero. Sean quienes sean los integrantes de la nueva 'Armada', no lo tendrán fácil. Como no lo tuvieron Nadal, Ferrer, Verdasco y Feliciano. Porque a pesar de la heroica victoria conseguida en Sevilla, la trayectoria hasta la conquista de Copa Davis no ha sido un camino de rosas.

Antes de la batalla de La Cartuja, el equipo español sufrió porque las dos primeras eliminatorias del equipo español no fueron de casa. Y ya se sabe la dificultad que tiene vencer a domicilio, donde los países suelen presentar a España pistas ultrarrápidas. El primer escollo fue Bélgica. En Charleroi, sin poder contar con Ferrer por una lesión, Nadal y Verdasco se bastaron para doblegar a los correosos belgas. Y en segunda ronda, ante Estados Unidos, llegó uno de los momentos claves. España nunca había ganado en tierras norteamericanas. Sin Nadal en el equipo, Granollers se incorporó al cuarteto. Y saltó la sorpresa.