Juzgan a una familia de narcos acusada de blanquear dinero de la droga
El fiscal pide cuatro años de prisión para los diez procesados, entre ellos, los hijos y las parejas de la principal acusada, Dolores 'La Pinilla'
Actualizado:Apenas habían trabajado a lo largo de su vida. Es más, vivían en una vivienda social concedida por el Ayuntamiento de Sanlúcar para familias sin recursos. Sin embargo, los miembros del clan de 'La Pinilla' habían logrado amasar toda una fortuna, con chalés ilegales, coches de alta gama y varios ciclomotores.
La matriarca, Dolores S. P, alias 'La Pinilla', sus dos maridos ('El Falele' y 'El Papalúa'), y al menos cuatro de los hijos que tuvo esta mujer con el primero de sus esposos, se sentarán en el banquillo de la Audiencia Provincial la próxima semana acusados de blanquear el dinero que supuestamente obtuvieron durante años del trapicheo de cocaína y heroína en Sanlúcar.
En esta ocasión no se les imputa ningún delito de narcotráfico. Solo de la compra de varias fincas y vehículos a motor, cuyo valor no se corresponde con la escasa vida laboral de todos ellos. La investigación en torno a su capital y sus bienes comenzó en 2006, aunque se remonta un decenio atrás, hasta 1995, cuando Dolores y el primero de sus maridos (Rafael C. A.) comenzaron a comprar fincas en la zona del Pago de Majadillas a nombre de algunos de sus hijos, que por entonces eran menores de edad. Dolores tiene otros cuatro hijos, aunque son demasiado pequeños para ser siquiera denunciados.
Viviendas ilegales
En aquellos terrenos no urbanizables, Dolores, El Falele (cuyo nombre es Rafael C. A.) y El Papalúa (llamado José Antonio M. R.) edificaron, según la Fiscalía, al menos tres viviendas ilegales, aunque esa es otra historia que tampoco se juzgará ahora. La vista oral contra este peculiar clan familiar estaba señalada el pasado 22 de noviembre en la Audiencia Provincial de Cádiz, aunque finalmente el juicio fue suspendido hasta el próximo 12 y 13 de diciembre. La Fiscalía pide para cada uno de los miembros esta familia una pena de cuatro años de prisión además de diversas multas por el delito de blanqueo de capitales. También se sentarán en el banquillo un cuñado de Dolores -Manuel C. A.- y dos hombres más -Jonatan G. B. y Óscar M. V.- para los que se solicita el mismo castigo.
No todos cuentan con antecedentes penales, aunque entre todos reúnen un amplio historial policial, bien por delitos de tráfico, bien por desobediencia y resistencia a la autoridad y por supuesto, por tráfico de drogas. María Dolores S. P. 'La Pinilla' es, sin duda, la que ha forjado el mayor currículum en los juzgados: tiene al menos seis sentencias firmes por delitos de narcotráfico que van desde el año 1996 hasta el 2009. Sólo en las dos últimas, se le condenó a cinco y siete años. No en vano, según recuerda el fiscal, la mujer cumple condena en una prisión de Huelva.
El que fue su primer marido, Rafael C. A, también tiene en su haber al menos tres condenas, aunque todas por son delitos contra la seguridad de tráfico y no por narcotráfico, al igual que uno de sus hijos (con dos sentencias). De los otros hijos acusados, solo una, María del Carmen C. S. tiene antecedentes penales, y son por resistencia a la autoridad, aunque su otra hija, María del Mar, sí tiene antecedentes policiales.
Vivían en un piso social
El piso social que ocupaba 'La Pinilla' y su familia en la calle Huerta de San Cayetano se había convertido, según el fiscal, en «un punto negro conocido» de venta de cocaína y heroína en la ciudad, frecuentado «a todas horas» por drogadictos, hasta el punto de que la Federación Local de Asociaciones de Vecinos de Sanlúcar organizó a finales de los 90, patrullas urbanas para ahuyentar a los toxicómanos.
Aunque la casa era propiedad del Ayuntamiento, la familia la había pertrechado con fuertes medidas de seguridad, propias de un búnker para dificultar el acceso policial: habían instalado rejas reforzadas y hasta puertas dobles. La Fiscalía solicitará al juez el comiso de las viviendas ilegales de esta familia y los saldos de las diversas cuentas corrientes que fueron en su día bloqueadas, además de varios vehículos.