Los errores 'matan' al Ciudad de Jerez

No pudo ser. El Ciudad de Jerez cosechó una nueva derrota en la Segunda División femenina de fútbol sala ante el equipo del Atlético Torcal, que se aprovechó de los despistes de las jerezanas. Y es que el partido empezó bien para las locales y con ambos equipos plantados en media pista. El Ciudad de Jerez asumió el mando y se hizo con el control del juego. Muy serias y fuertes en defensa, dando mucha movilidad al balón y jugando con mucho criterio en ataque. Las malagueñas se vieron sorprendidas por un equipo local en busca del gol, que estaba creando mucho peligro.

Fruto de ello, Ana lograba colocar el 1-0. Se vivieron muchos minutos buenos y a un Torcal perdido, incluso se pudo aumentar la ventaja, pero los palos lo evitaron. El único problema fue que las locales no aprovecharon esos minutos y llegó un nuevo error individual, que regalaba el gol a las malagueñas. Empate a uno y jarro de agua fría para las chicas de casa.

A falta de cinco minutos para el descanso, una diagonal de una jugadora malagueña se la traga la última jugadora jerezana y se convierte en el segundo gol visitante, resultado con el que se iba a llegar al descanso, sin hacer justicia a lo visto sobre la cancha del Ruiz-Mateos.

La segunda parte fue diferente. No tuvo un claro dominador, ambos equipos cometían bastantes errores en los pases, y el juego no fue nada fluido por parte de ninguno de los conjuntos.

Pese a todo, el Ciudad de Jerez fabricó jugadas suficientes para empatar o incluso dar la vuelta al marcador, pero la portera visitante, la mayoría de las veces, y la falta de puntería local lo evitaron.

Por su parte, las malagueñas jugaban con el marcador a favor y tocaban atrás el balón, esperando la presión jerezana y salir a la contra o con saques directos de la portera a la pívot para marcar más goles. Leti no tuvo mucho trabajo, pero sí sacó dos balones peligrosos.

Los minutos pasaban y el gol no llegaba. Con esto, a falta de cuatro para el final, las locales arriesgaron con portera jugadora, pero la falta de paciencia y agotamiento no permitían crear peligro. Después, en una decisión equivocada jugando de cinco les costó el uno a tres definitivo que mató el partido.