LLEGA LA COPA
Actualizado: GuardarTiene uno el presentimiento de que el partido de Copa le va a venir muy bien al cadismo en general y a las arcas del club en particular. Sobre todo porque, últimamente, el ambiente que se respira en Carranza está muy enrarecido. De unas semanas a esta parte, todos los tiros apuntan a la figura del técnico, al que propios y extraños están utilizando como chivo expiatorio de cuantos males aquejan a una entidad enquistada en una Segunda B que tanto daño le hace a su prestigio como a un estadio de Primera para un Cádiz que hace algunos años que no se encuentra a sí mismo. Máximos beneficiarios de que las críticas e iras descarguen sobre Jose González son Antonio Muñoz y Quique Pina. El máximo accionista porque cualquier elemento que sirva para distraer la atención sobre su nefasta gestión le supone un alivio inesperado con el que capear el temporal hasta que el próximo mes de junio cuando haya que tomar una decisión sobre su cuál será su futuro en las oficinas del Carranza. El empresario murciano sigue siendo -en el fondo- toda una incógnita para el cadismo. Apenas ha dicho esta boca es mía desde que se presentó en loor de multitudes en los bajos del estadio y su tendencia a figurar más en todo lo que envuelve al Granada CF hace que su presencia por Cádiz esté resultando de momento tan testimonial como la presidencia fantasma de su padre. Con semejante panorama habrá que esperar que la visita del Valencia y -esperemos- de Pablo Hernández sea un reconfortante paréntesis para una afición falta de semejantes emociones y de la que, al menos, se espera que llene el coliseo cadista por el bien de su ganada fama de jugador número 12 y por el de unas arcas en las que hay más telarañas que billetes. Ojalá que el día 13 vivamos una experiencia olvidada y que, de no ser por acontecimientos tan aislados como éste, difícilmente recuperaremos.