Ingresa en prisión por robar en dos gasolineras con una pistola de juguete

En solo media hora se hizo con un botín de más de 500 euros y consiguió que le llenaran de gasolina gratis el depósito de su vehículo. Pero el chollo se le acabó pronto, pues la Policía le detuvo al poco tiempo cuando estaba gastándose el dinero obtenido presuntamente de forma ilícita en un prostíbulo. Los hechos ocurrieron el pasado miércoles 30 de noviembre a las 22.00 horas, fecha en la que según fuentes del caso Cristóbal R. M. entró en la gasolinera Repsol de la glorieta Cuatro Caminos con ánimo delictivo y, una vez en el interior de la tienda de comestibles, extrajo de sus ropas una pistola de color negro.

Con el arma, que resultó ser simulada, el individuo amenazó a una empleada del establecimiento apremiándole a que le entregara el dinero que hubiera en la caja registradora. La mujer le dio 80 euros y, siguiendo sus indicaciones, también llenó el depósito del turismo que conducía por un importe de 55,14 euros. Tras ello, el autor de los hechos cogió dos botellas de cerveza y abandonó el lugar dirigiéndose a otra gasolinera de la misma compañía a eso de las 22.30 horas, ubicada en el Paseo de las Delicias.

Según las mismas fuentes, utilizó un modus operandi similar enseñando nuevamente su arma simulada, con la que amedrentó a un trabajador que acabó entregándole 435 euros de su propio bolsillo. En ese momento entró en el local otro empleado al que también amenazó con la pistola y apartó de la puerta, abandonando rápidamente la estación de servicio.

Poco tiempo después, agentes policiales lo localizaron y detuvieron en el pub Aloha, donde aún llevaba los efectos robados y el arma. Los funcionarios trasladaron al sospechoso a los calabozos, y el juzgado de guardia dictó a continuación su inmediato ingreso en prisión, donde entró ayer viernes. Como confirman estas fuentes, la Fiscalía ha imputado a Cristóbal R. M. dos presuntos delitos de robo con intimidación y pide ocho años de cárcel para cada uno de ellos, además de otros ocho meses por un presunto delito de amenazas.

Junto a ello, el Ministerio señala la obligación de que el acusado indemnice a los perjudicados con las mismas cantidades de dinero robadas, incluido lo correspondiente al depósito de gasolina y las dos botellas de cerveza.