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ESPAÑA

Eguiguren afirma que el Gobierno pactó el fin de ETA y el Ejecutivo lo niega

El ministro portavoz, José Blanco, alega que el presidente del PSE, impulsor del proceso de paz en 2006, «no sabe de lo que habla»

P. DE LAS HERAS
MADRID.Actualizado:

El Gobierno fingía, según el presidente de los socialistas vascos, cuando negó tener relación con la conferencia internacional organizada en San Sebastián el pasado 17 de octubre para preparar una pista de aterrizaje a ETA. «Aunque nos mostramos públicamente en contra de aquella cumbre -subrayó ayer-, yo creo que el texto estaba pactado». La revelación tuvo una respuesta inmediata y contundente por parte del portavoz del Ejecutivo, José Blanco: «En este tema -dijo- Jesús Eguiguren no sabe de lo que habla».

No es la primera vez que el dirigente vasco pone en un aprieto al PSOE con sus declaraciones. Siempre ha defendido el diálogo con la izquierda independentista radical y con la organización terrorista, incluso en las épocas de mayor firmeza policial y fue, de hecho, quien allanó el camino a José Luis Rodríguez Zapatero para iniciar las conversaciones con ETA en 2006.

Esta vez el varapalo no fue menor. Porque, pese al tono despreciativo de Blanco, Eguiguren fue el representante socialista en la cita de Aiete, a la que asistieron personalidades como el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan; el exministro irlandés, Bertie Ahern; el líder del Sinn Fein, Gerry Adams; el exministro de Interior francés, Pierre Joxe, o el jefe de gabinete de Tony Blair, Jonathan Powell. Y, a su juicio, ninguna de esas figuras habría participado en el encuentro sin el aval de los gobiernos de España y Francia.

«No se sentaron Rufi Etxeberria y Rubalcaba en la misma mesa para negociar estos papeles, pero ya se sabe que es muy fácil que otros intermedien», dijo en Radio Euskadi. «Esos papeles» no serían otros que la declaración, aprobada tan solo tres días antes de que ETA anunciara el fin definitivo de la violencia, en la que se instaba al Gobierno y a la banda a hablar para resolver el «último conflicto armado de Europa».

Tanto Blanco como el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, negaron todo diálogo con la organización terrorista. El ministro lo hizo incluso con solemnidad. «En nombre del Gobierno de España, lo que ha manifestado el señor Eguiguren no es cierto», dijo. Ares optó por la reprimenda, y después de subrayar que el propio tono empleado por el presidente de su partido deja a las claras que solo lanzaba «especulaciones», reclamó «más mesura y más responsabilidad».

Hasta ahí llegaron las 'acciones disciplinarias'. Blanco, también vicesecretario general del PSOE, eludió dar una respuesta clara cuando fue preguntado, tras el Consejo de Ministros, si, dado que había negado la veracidad de lo dicho por Eguiguren, cabía esperar algún tipo de sanción interna. Y en Ferraz sostienen que cualquier decisión al respecto debe recaer en los órganos provinciales del partido.

Verso suelto

Eguiguren siempre ha sido un 'verso suelto' y, hasta ahora, pocos se lo han tenido en cuenta porque creen que ha desempeñado una tarea muy desagradecida y muy dura en el País Vasco en pro de la paz. Pero todo hace presagiar que habrá nuevos sobresaltos. Él mismo anunció que tiene intención de reunirse próximamente con el exportavoz de Batasuna en prisión, Arnaldo Otegi, para hablar del nuevo escenario. Aunque afirmó que por deferencia al PSOE lo hará cuando gobierne el PP. «No le va a gustar mucho a mi gente si lo pido ahora», barruntó.

El presidente del PSE también lamentó haber accedido a abrir un paréntesis durante la campaña electoral, como pidió el Gobierno, para no discutir sobre cuáles son los pasos que se deben dar desde las instituciones tras el anuncio de ETA. «Creímos que sería bueno para el candidato del PSOE y malo para nosotros y al final ha sido malo para todos», expuso en referencia al 20-N. Ahora espera que el PP se mueva. «Si no lo hace -remachó- todos los vascos deberíamos ponernos en contra».