Salgado sube la presión a la banca

El Gobierno en funciones se despide con una vuelta de tuerca a la banca que no ha gustado nada al sector, ya presionado por las autoridades internacionales, en medio de una búsqueda desesperada de capital y en plena reordenación. El Consejo de Ministros de ayer elevó el tope legal máximo de los depósitos garantizados por bancos, cajas y cooperativas de crédito al 3 por mil del importe que cada entidad tenga en estos productos. El Ejecutivo también aumentó la aportación real, hoy entre el 0,6 y el 1 por mil y que pasa ahora al 2 por mil. La medida será efectiva a partir de 2012 y aportará 1.600 millones.

El movimiento, argumentó la ministra de Economía, Elena Salgado, busca un doble objetivo. Por un lado, blindar aún más los ahorros de los ciudadanos, que tienen garantizado a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) hasta 100.000 euros por cliente y entidad. Por otro, dotar de músculo a esa hucha -que antes eran tres distintas, una por cada tipo de entidad, y que en octubre se agruparon en una sola-, que también sirve para cubrir las pérdidas potenciales que puedan aparecer en el proceso de reestructuración que traviesa la banca española. Salgado defendió que su máxima es que la reordenación no cueste dinero a los ciudadanos, y que cualquier 'susto' lo cubran las entidades en su conjunto. Algo que, subrayó, diferencia a España de otros países de nuestro entorno. Es más, la ministra recordó que las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inyectarán (vía intereses) al Estado unos 2.000 millones a cierre de este año.

Las dos grandes patronales (AEB, en los bancos, y CECA, entre las cajas) no tardaron en reaccionar. Las dos organizaciones clamaron por un marco jurídico estable y una 'hoja de ruta' transparente. La AEB calificó la medida de «injusta y sorprendente», mientras la CECA la tildó de «precipitada» y falta de debate con el sector.