Nueva manita del Barça en la previa del Bernabéu
BARCELONAActualizado:No hay quien tosa al Barça en el Camp Nou. La jornada previa del gran clásico dejó las cosas tal como estaban: los azulgrana (con un partido más jugado) a tres puntos del Madrid. La Liga sigue por todo lo alto y si algo ha dejado claro este Barcelona es que se jugará el campeonato fuera de su feudo. Porque hasta la fecha, nadie ha sido capaz de perforar la meta de Valdés, los puntos no vuelan de Can Barça y los de Guardiola se muestran muy sólidos en su campo: tanto como el 39-0 que llevan de balance goleador en el estadio de Les Corts. Fuera de casa, en cambio, es otro cantar. Los blaugrana se han dejado la mitad de los puntos en disputa y dentro de siete días tienen la primera oportunidad para empezar a enderezar el rumbo de la liga. De momento, este sábado, y después de ver cómo ganaba el Madrid en El Molinón, hicieron los deberes con solvencia.
El Levante se presentaba con su rutilante cuarto puesto en la tabla, aunque el Barça le puso en su sitio bien pronto. Octava goleada y cuarta manita del conjunto barcelonista en lo que llevamos de campeonato liguero y guarismos aplastantes que los de Juan Ignacio Martínez sufrieron desde bien pronto. El Barça, que arrancó con tres atrás, cuatro en el centro (incluido Busquets, a pesar de que estaba apercibido de tarjeta) y tres arriba (Alexis, Messi y Cuenca), sentó las bases de la goleada en el minuto tres cuando el respetable seguía en el bar apurando el bocadillo. Messi lanzó a Iniesta, el de Fuentealbilla tocó de tacón de forma magistral y Cesc, solo, fusiló a Munúa.
Jarro de agua fría y bocado de realidad para el Levante, que acudía sin sus dos mejores hombres -Juanlu y Barkero- y se quedaba desarmado desde el inicio. El Barça arrancó fuerte, presionante y muy ambicioso; se vio tan superior desde tan pronto que de alguna manera se dejó llevar durante más de media hora. Sesteaba y parecía que estaba ya con la cabeza en el Bernabéu, cuando volvió a aparecer Cesc para justificar los 40 millones que pagó el Barça en verano. Xavi botó una falta desde el pico del área y el de Arenys peinó para atrás hacia la escuadra valenciana. Séptimo gol de Cesc en liga. Cualquier atisbo de reacción estaba ya neutralizado. Más aún cuando Messi e Iniesta volvieron a asociarse. El argentino se llevó a toda la defensa, cedió al albaceteño, que vio a Cuenca, quien al primer toque batió al palo largo.
El partido estaba roto en poco más de media hora y encima los azulgrana, después de la siesta, tenían ganas de lucirse. Y es que los de Guardiola, lejos de relajarse, como en casi toda la primera parte, siguieron asediando la meta de Munúa en la segunda mitad. Alves, que sustituyó a un Puyol que tuvo que retirarse conmocionado tras chocar con la cabeza de Koné, lanzó en profundidad a Messi y el argentino, que ante el Levante brilló más como pasador, hizo su golito. Como siempre. Locura en el Camp Nou con un Barcelona que apretaba como si fuera empate a cero. Sobre todo Iniesta y Messi. El de Rosario lanzó su enésima contra a una velocidad endiablada para asistir a un Alexis que está en racha, hizo el quinto y se presenta como firme candidato a ser titular en Chamartín.