El dobles naufraga
Nalbandian y Schwank arrasaron a la pareja española por 6-4, 6-2 y 6-3 y pusieron el 2-1 en la eliminatoria favorable a la 'Armada'
Actualizado:Se les esperaba después del fracaso de Córdoba. Sin la necesidad imperiosa que tenían ante los argentinos de lograr la victoria, se podía pensar que Verdasco y Feliciano jugarían sueltos y así pudieran ofrecer su mejor versión, la que mostraron en las finales de 2008 y 2009. Además, gracias a los triunfos de este viernes de Ferrer y Nadal, la afición española que abarrotó 'La Cartuja' confiaba en la posibilidad de que la pareja española pudiese dar el punto definitivo para levantar este sábado la 'Ensaladera'. Pero nada de eso sucedió, más bien todo lo contrario.
La impotencia, los nervios, la tensión y la crispación se apoderaron de los jugadores españoles, demasiado acelerados durante todo el duelo.
Y lo pagaron con una derrota inapelable por 6-4, 6-2 y 6-3 que abre por enésima vez el debate del dobles de la 'Armada' y que pone el 2-1 en la final. Todo pendiente, por lo tanto, de los individuales del domingo.
Desde los primeros compases del choque se comprobó que ninguno de los cuatro jugadores es un especialista en esta modalidad. Anclados detrás de la línea de fondo, era habitual ver únicamente un tenista en la red y los otros tres en posiciones muy retrasadas. Esa falta de agresividad en la red favoreció a los argentinos, más 'enchufados' que los españoles.
Y se demostró en la segunda ocasión en la que sirvió Feliciano. Nalbandian, muy motivado y acertado, descubrió en la volea las debilidades de los españoles y cerró la rotura de servicio.
Incapaces de conectar varios restos consecutivos dentro de la pista, Verdasco y López apenas tuvieron opciones con el servicio de los sudamericnos. Y lo pagaron con la primera manga. La sintonía de los argentinos nada tenía que ver con la de los españoles. A pesar de no haber jugado ningún partido juntos en Copa Davis, los sudamericanos se movían perfectamente acompasados. Schwank no dudaba, no notaba la presión. Nalbandian mandaba en los intercambios y también entre punto y punto. Constantemente hablando con su compañero, gobernaba, ordenaba y lideraba la pareja. Todo un capitán en pista.
Pareja errática
Además, siguieron jugando a placer con su servicio e inquietando a la 'Armada' al resto. Porque tampoco era el día de Feliciano, ni de Verdasco. Si el toledano era incapaz de conectar dos restos seguidos, la aportación del madrileño no era mucho mayor. Demasiado errático en la volea, la irregularidad en sus golpes, acompañada de los fallos del número 20 del mundo, imposibilitaban cualquier posibilidad de mejora en el choque.
Si el primer parcial había tenido poca emoción, el segundo fue un auténtico paseo militar para los argentinos. Mucho más metidos en el partido, más efectivos, con confianza y apoyándose continuamente, arrasaron a la pareja española. Con dos sets a cero en contra, se esperaba que los españoles reaccionasen e incomodasen a sus oponentes. Pero una doble falta de Feliciano facilitó la rotura de los argentinos y sepultó las opciones de Verdasco y López de levantar el choque.
Pese al ímpetu y a la fuerza de Fernando al final del partido, el toledano estaba bloqueado. Los argentinos lo aprovecharon y cerraron el duelo. A pesar de la emoción de los últimos juegos del encuentro, este sábado volvió a quedar abierto el debate sobre el nivel de la pareja española. Porque lo visto dista mucho de lo que se pudo disfrutar sobre la pista de 'La Cartuja' el viernes. España sigue siendo claramente favorita para levantar su quinta Copa Davis, pero toca sufrir. Lo normal en una final.