La montaña rusa
Sociedad

Nicanor Parra, antipoeta y Cervantes

Físico y matemático, creador de 'artefactos' poéticos, Parra se disputó el galardón con Caballero Bonald y Sergio Ramírez El nonagenario poeta chileno gana por mayoría el reñido mayor premio de las letras hispanas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Nicanor Parra, nonagenario antipoeta, físico y matemático, profesor, fabricante de artefactos poéticos y estéticos, miembro con Vicente Huidobro y Pablo Neruda del trío áureo de la poesía chilena, y hermano de la cantante Violeta Parra, dio ayer a su país el tercer premio Cervantes de su historia. Parra se adjudicó por mayoría el premio mayor de las letras hispanas, dotado con 125.000 euros y que estuvo bastante reñido. Fueron necesarias ocho votaciones para que el jurado se inclinara por Parra y su vital antipoesía, sencilla, sarcástica, enemiga de la afección y apegada a la realidad.

Las deliberaciones dejaron en la cuneta al nicaragüense Sergio Ramírez y al español José Manuel Caballero Bonald, eterno candidato, como el poeta chileno a un Cervantes que volvía a serle esquivo.

Se cumplía otra vez la ley no escrita que hace que el Cervantes se alterne entre ambas orillas del Atlántico. Parra toma el testigo de Ana María Matute, ganadora de la pasada edición, y deja el 'marcador' bastante equilibrado. Desde 1976 el Cervantes ha premiado a 37 autores, 18 americanos y 19 españoles. Entre ellos, solo tres mujeres, María Zambrano, Dulce María Loynaz, y Ana María Matute.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde comunicó el fallo sin haber podido hablar con el ganador, avecindado en una remota playa chilena y alejado del bullicio y los cenáculos literarios. Un Nicanor Parra que no atendió al teléfono y que, cercano al siglo de vida, deberá hacer un notable esfuerzo para recoger el premio el próximo 23 de abril en Alcalá de Henares, donde cada año los reyes entregan el premio en una solemne ceremonia.

Sencilla, nada rebuscada, apegada a la realidad y la vida, la antipoesía de Nicanor Parra rompe con la solemnidad de Neruda y el cerrado universo creacionista de Huidobro. Muy influyente, situada hace tiempo en la cima de la poética hispana, recibió en 2000 el premio Reina Sofía, el más alto galardón poético en nuestro idioma.

Estirpe creadora

Nacido en San Fabián de Alico en 1914 en una modestas familia de creadores -hijo del músico y Nicanor y de la campesina, tejedora, cantante Rosa Clara, hermano de los poetas Roberto y Eduardo y de la desaparecida cantante Violeta-, Nicanor Parra Sandoval protagoniza una de las más singulares trayectorias poéticas hispanas del siglo XX. Poeta temprano, cuentista y ensayista, se licenció en Ciencias Exactas y Físicas en Chile, tras tantear derecho, ingeniería e inglés. Sin dejar de escribir, desarrolló una intensa carrera como docente técnico. Formado en Estados Unidos Física y Mecánica Avanzada, de regreso a Chile, en 1948 fue nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería.

Publicó su primer poemario en 1937, 'Cancionero sin nombre', inspirado en el populismo del 'Cancionero gitano' de Lorca. Se sacó luego de la chistera los 'artefactos', capaces de remover conciencias y cimiento de su antipoesía, denominada así por él mismo Parra, y que introduce el lenguaje cotidiano en la poética más tradicional. Una veta irónica, sarcástica y anti heroica de la que ofrece la muestra más poderosa en 'Poemas y antipoemas' (1954).

Autor de poemarios como 'Versos de salón (1962), 'Manuifiesto'(1963), 'Canciones rusas' (1967), 'Artefactos' (1972) y 'Hojas de Parra', los dos volúmenes de 'Obras completas & algo +' aparecidos en 2006 y 2011 fueron los más vendidos en un país que reconoció pronto en Parra a uno de sus grandes poetas. En España los ha publicado Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.

El poema 'Monataña rusa' de 'Versos de Salón' es una declaración de intenciones de este antipoeta critico y vitriólico , voz tan crítica como respetada y querida en su país. en la que la jurado Olvido Garcia Valdés desatcó «el carácter innovador de una potencia que no se conocía en la lengua española desde de Rubén Darío» y «su afán de llevar a la poesía a todos». Para el también poeta y jurado José María Micó, Parra es «un gran maestro sin escuela» que mantiene viva «su gran independencia creativa».

También artista plástico, activo poeta visual con Joan Brossa, fue capaz de epatar con la instalación 'El pago de Chile' en la que representó ahorcados a todos los presidentes chilenos, o de afrontar con 92 años una huelga de hambre en apoyo de los indígenas mapuches.