Angy, Santiago Segura, Julio Iglesias Jr y la 'troupe' de Antena 3 se convierten en el éxito de la temporada con un programa sin morbo
Actualizado:Cuentan que en un programa salió a cantar Phil Collins y que la audiencia cayó en picado durante esos minutos. Seguro que también le habría pasado a cualquier otro, pero el sambenito se lo quedó él. A esta espantada repentina de la audiencia en cuanto se oyen dos acordes se la conoce como 'el efecto Phil Collins' y con esa excusa se cargaron hace tiempo la música en televisión.
Pero en Antena 3 acaban de encontrar el antídoto. Como el flautista de Hamelín -y perdonen los televidentes la comparación-, 'Tu cara me suena' ha devuelto la gloria a los programas de artistas. El 'talent show' de famosos bajó el miércoles el telón con una ovación cerrada, una justa ganadora -Angy-, y cuatro millones de espectadores, una cifra que coloca al programa como la revelación de la temporada. La media han sido unos más que aceptables 2,4 millones, lo que le garantiza una segunda edición, además de dos especiales navideños -uno en Nochebuena para medir fuerzas en la semana más familiar y otro aún por decidir-.
El inesperado éxito de 'Tu cara me suena' ha demostrado que se pueden hacer audiencias súper rentables con un producto de línea blanca y familiar. Y llega en el momento más oportuno, en pleno debate sobre el morbo en televisión. El propio Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, ha entonado el 'mea culpa' por la polémica de 'La Noria' y hace días se dio la orden de rebajar el tono de algunos programas que bordean el límite como 'Sálvame'.
Sin una palabra más alta que la otra -solo un pique sano- la troupe de Manel Fuente se ha hecho oír en el 'prime time'. Pero volviendo a la gala del miércoles... Como Shakira con su 'Shakiro', Christina Aguilera se habría quedado muda viendo a su doble. Lo bordó Angy Fernández como cabaretera en 'Lady Marmalade'.
La actuación que le dio el triunfo a la actriz de 'Física o Química' confirmó que merecieron la pena las horas que pasó de cría -ahora tiene 21 años- con el micrófono de plástico en casa imitando a Michael Jackson. En 2008 publicó su primer álbum y antes ya había participado en 'Factor X'. Quedó segunda y ahora se ha quitado la espinita. Menuda, llorona, una artista de los pies a la cabeza aunque solo mida metro y medio.
Arropándola en la gala definitiva, su madre, camuflada en el jolgorio del público. Y en la zona vip, un grupo de ojeadores ucranianos que quieren comprar el formato. Seguro que también se rindieron a la actuación de Angy, la favorita desde hacía semanas. Se lo olían en el plató. «Santiago Segura me preguntó durante la gala: '¿Qué, ganará Angy, no?», cuenta a este periódico Manel Fuentes, el director de orquesta, que ha regresado a la tele después de hacerse de rogar unos años. «Cada temporada me ofrecían dos o tres proyectos, pero prefería no hacer televisión que hacer mala televisión».
Esmoquin sin fajín
Manel le dijo a Segura que no, que ni idea de quién iba a ganar... pero no tiene ni un reproche que hacer a esta decisión de los espectadores. «Angy tiene un talento brutal. Cuando nos conocimos me dijo que era muy mayor, pero que le gustaba, menudo cachondeo ha habido con el tema... Es un sol y se lo ha currado muchísimo».
Como estaba en las quinielas de todos, los responsables de Antena 3 prepararon una nota para la web dándola como ganadora, pero un hacker se hizo con ella antes del final del programa y la publicó, abriendo el debate sobre un posible tongo que no fue tal. «Era un borrador que teníamos guardado y que se habría cambiado si hubiese ganado Santiago Segura o cualquier otro», explicaron ayer fuentes de la cadena.
Ganó Angy, que donó a cuatro ONG los 30.000 euros del premio, porque se lo merecía. Y nadie se quejó, a pesar del «pique entre los concursantes...». «Han tenido un rollo fantástico, pero se picaban. Josema Yuste, el pobre, lo que quería es no quedar el último». Antes de medirse en el escenario, los concursantes se pegaron un homenaje de despedida en la mesa. Escalibada, solomillo ibérico y pasta con foie para cenar, así que Ángel Llácer salió sin fajín en el esmoquin. Que no le ataba, vaya...
Y los últimos ensayos entre bambalinas. «El marido de Toñi Salazar estuvo tarareando con ella la canción, como hacen las madres de los artistas», cuenta un testigo privilegiado entre bambalinas. Desde allí vio a Santiago Segura «tuiteando un mensaje desde la rampa del escenario», segundos antes de salir a buscar el carro que perdió Manolo Escobar. Luego, los aplausos -«no hacía falta ni regidor, la gente estaba entregada»- y vuelta al backstage. «¡Cómo lloraba Carolina Ferre de pena!». Que han sido diez semanas juntos. «Mónica Naranjo nos decía: ¿y ahora qué voy a hacer los miércoles?».
Pero en Antena 3 no han querido estirar el chicle. «Hemos hecho bien en cortarlo en el momento más alto y dejarlo descansar». Efectivamente, han parado cuando más arriba estaban. Hasta 3.914.000 espectadores (mujeres en su mayoría) siguieron la final en directo el miércoles y adjudicaron a la cadena el liderazgo de la noche con un 26% de 'share', dos dígitos que hacía mucho que no veían. Porque salvo las series -y no todas-, nadie pasa ya la barrera de los 4 millones, que fueron hasta 5.217.000 en el ratito en que Carolina Ferre y Josema Yuste interpretaban a dúo a Carlos Baute y Marta Sánchez. Como 'Operación Triunfo' en sus últimos años buenos.
«Siempre tuvimos claro que era un producto sólido, pero las cifras han sido una sorpresa», reconoce Carmen Ferreiro, directora de programas de entretenimiento de Antena 3. Ayer empezaron a trabajar en la segunda edición y tienen hasta «lista de espera». Pero no les sirve cualquiera. «No buscamos famosos, sino artistas con trayectoria y que sepan cantar un poco». Que aunque a ratos hagan gracia -Josema Yuste estaba para partirse como Ana Torroja-, se lo tomen muy en serio. «El programa les ha servido para potenciar su imagen y para que conozcamos otra faceta». Al público le ha gustado esta otra cara. Y le ha dicho que sí, que ellos sí que valen.