Reino Unido contra el euro
MADRID.Actualizado:El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, ha reconocido que la institución tiene elaborado un «plan de emergencia» para afrontar una eventual ruptura de la zona euro, entre otras posibilidades, pero se negó a proporcionar más detalles sobre los contenidos de ese programa. King explicó en conferencia de prensa que «nadie» puede prever lo que ocurriría si llegara a estallar el bloque de los diecisiete países que adoptaron la moneda única.
La autoridad monetaria del Reino Unido mencionó varias posibilidades, todas ellas muy negativas para el devenir del área del euro. «Hay varios escenarios posibles: tal vez (la Eurozona) no estalle, tal vez continúe bajo otra forma y tal vez tenga problemas de impago. Ninguno de nosotros lo sabe y por tanto no voy a especular», dijo. También admitió que «la tormenta pudiera venir del exterior de la Eurozona», y aseguró que no privilegiaba ninguna opción y que la función de la entidad es contemplar todas las posibilidades.
El ministro británico de Finanzas, George Osborne, ya dijo a principios de noviembre que «preparaba planes» para el caso de quiebra de la moneda única. Y medios de información anglosajones han apuntado que esa idea empieza a extenderse entre los países de la zona euro. El 'Financial Times' acaba de publicar que las empresas de los Estados que forman el bloque de la moneda única están empezando a aceptar que no pueden sentarse a esperar un buen desenlace de la crisis de la deuda y ya elaboran «planes de contingencia». Asegura que se ha formado esa opinión tras realizar este mes entrevistas a «decenas de ejecutivos».
La vicepresidenta del Gobierno español, Elena Salgado, cree que el diseño de estrategias frente a una eventual ruptura es una práctica «que no significa en absoluto que el euro esté en peligro», ya que las multinacionales prevén contingencias para acontecimientos que no tienen ni un uno por mil de probabilidades de ocurrir.
Según el diario británico, «las visiones apocalípticas que se barajan en los consejos de toda Europa abarcan desde quiebras de bancos y el colapso del crédito a la destrucción del mercado único europeo, revueltas sociales generalizadas y una recesión o algo peor». Varios ejecutivos europeos le han asegurado que resulta imposible calcular con precisión las dimensiones de una ruptura.
La responsable económica del gabinete de Zapatero también ha recordado que «todos los países de la zona» están en el mismo barco, porque aquellos que disfrutan de una situación más saneada dependen de las exportaciones al resto de sus socios. Por eso consideró totalmente ajena a los planes comunitarios, la idea de un euro a dos velocidades. «No está en absoluto sobre la mesa», zanjó.