La organización intentaba comprar avionetas como esta, incautada en la 'operación Azafrán'. :: LA VOZ
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Nuevo golpe a una 'multinacional' criminal que trataba de reactivarse

La 'operación Pendrive' se salda con la imputación de treinta y tres supuestos narcos de al menos siete nacionalidades

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Como la mala hierba, las bandas del narcotráfico renacen y reaparecen aunque se corten desde la raíz. De ahí que la lucha contra el narcotráfico requiera actuaciones que no se limiten a las detenciones e incautaciones, porque incluso descabezadas, las organizaciones criminales logran rehacerse. En una de sus últimas operaciones, la Guardia Civil ha logrado detener a tiempo este tipo de reagrupación de una banda dedicada a introducir hachís en España por medio de aviones, que a comienzos del pasado verano parecía haber sido desarticulada en la llamada 'operación Azafrán', en la que se logró detener a cinco personas, incautar 700 kilos de hachís y dos avionetas con las que trasladaban la droga desde Marruecos hasta Cádiz. Entre los detenidos se encontraban los supuestos responsables, que fueron enviados a prisión.

Aun así, sin una cúpula en la calle, o quizá con ella actuando desde la cárcel, los mecanismos de la organización criminal no tardaron en reactivarse y en menos de medio año los miembros que seguían libres comenzaron a poner en pie el sistema que la Guardia Civil había logrado desmontar: habían iniciado las gestiones para la compra de nuevas avionetas, una inversión que supone disponer de al menos 20 millones de euros, según informaba ayer la Benemérita en un comunicado.

Con todo, la 'operación Azafrán' no concluyó con la detención de los supuestos responsables en Cádiz. La documentación intervenida entonces permitió abrir una nueva línea investigación de mayor envergadura en el que se rastreó la trama financiera de esta singular banda, no solo por los medios utilizados para trasladar la droga, sino también por tratarse de toda una «multinacional» criminal, afincada en España, pero con vínculos delincuenciales con Bulgaria, Alemania, Francia, Portugal, Bélgica e Italia.

No en vano, aunque la nueva operación (bautizada 'Pendrive') ha sido instruida desde el Juzgado Mixto Número 1 de Chiclana y llevada a cabo por agentes de la Guardia Civil de Cádiz y de Barbate, ha contado con la colaboración de la Gendarmería Real marroquí y otros cuerpos de seguridad de España, que han ayudado en los registros realizados tanto en Andalucía como en Cataluña. Finalmente se ha detenido e imputado 33 personas de diversas nacionalidades, la mayoría búlgara, marroquí, alemana y española, a los que se les imputan 25 alijos de hachís desde mediados del año 2010, que oscilarían desde los 120 hasta los 3.000 kilogramos de droga, sobre todo hachís. Según la Guardia Civil, la organización había empezado, además, a trabajar la cocaína. Se calcula que pudieron obtener de ello los 20 millones de euros.

De los 33 supuestos narcos, once ha n sido enviados a prisión por ser considerados los principales miembros de la organización. El resto han sido puestos en libertad con cargos por delitos contra la salud pública, pero también de blanqueo de capitales, asociación ilícita y falsedad documental, pues se ha detectado que utilizaban supuestamente identidades falsas. En la explotación de la operación se han incautado alijos en Gerona (582 kilos de hachís), Málaga (470 kilos) y Tarragona (donde se halló un kilo de cocaína). También se han realizado registros en Jerez, Mijas (Málaga) y Aguadulce (Almería) en los que se han intervenido cinco vehículos y otros elementos, no detallados que quizá permitan continuar profundizando en los tentáculos de esta banda internacional que había revolucionado el narcotráfico desde Marruecos.