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Archivan la denuncia contra el rey Baltasar por un caramelazo

Un magistrado de Huelva argumenta falta de jurisdicción para poder juzgarlo porque desconoce la nacionalidad del denunciado

EFE
HUELVAActualizado:

Un juez de Huelva, que se declara seguidor del Rey Baltasar, ha archivado una denuncia contra el Rey Mago por el caramelazo que sufrió una vecina durante una Cabalgata y argumenta además una posible falta de jurisdicción para poder juzgarlo porque desconoce la nacionalidad del denunciado.

En el auto de archivo el titular del Juzgado número 4 de Huelva, Javier Pérez Minaya, hace constar la existencia de posible causa de abstención para juzgar al Rey Baltasar, indicando que "sin poder ciertamente afirmar que existe una amistad con el denunciando" reconoce que éste, con el concurso de los Reyes Melchor y Gaspar, le han venido ofreciendo "anhelados presentes cada 6 de enero desde que tenía uso de razón".

Sin embargo, considera oportuno no formular abstención, dejando libertad a la parte para que, si lo estima oportuno, pueda recusar, y ello por considerar que, tal vez, la persona denunciada no sea en realidad el propio Rey Mago Baltasar, sino otra persona, pues "alguna duda puede suscitar a este respecto la denuncia cuando, tras resaltar en letra de gran tamaño y negrita que se dirige la acción penal contra el Rey Mago Baltasar, indica que se refiere a la persona que representaba al mismo en la cabalgata".

Por ello, entiende que habría de "determinarse la nacionalidad de su Majestad, pues siendo notorio que procede de Oriente, hace más de dos mil años que no se resuelve la polémica en torno a su verdadero país de origen. De ese modo, sólo conociendo su nacionalidad, aplicando las reglas de Derecho Internacional Público, podría dilucidarse a qué jurisdicción y a que órgano judicial, dentro de la misma, correspondería instruir". Explica además el juez que la participación en determinados acontecimientos colectivos, como puede ser el de la Cabalgata de Reyes, supone el consentimiento o la aceptación de riesgos, mayores o menores, que esa participación conlleva (lo que se conoce como "riesgo permitido"), excluyente de cualquier responsabilidad penal.