Diez días críticos para la supervivencia del euro
Bruselas reclama completar el refuerzo del fondo de rescate y forjar una verdadera unión fiscal en la cumbre del día 9
CORRESPONSAL EN BRUSELAS Actualizado: GuardarExpertos y analistas ya lo habían advertido, pero la UE lo verbalizó este miércoles por primera vez. El comisario de Economía, Olli Rehn, confesó que ha empezado un "un periodo crítico de diez días" para la supervivencia del euro. La cuenta atrás culminará el viernes de la semana que viene con la decisiva cumbre de presidentes de la moneda única. Aunque el responsable finlandés eludió especular con un fracaso, los mercados tienen claro el veredicto. Si no se forja un acuerdo de garantías para atajar la crisis de la deuda, la previsible tormenta financiera puede llevarse por delante la divisa común.
El comisario de Economía se pronunció con esta sinceridad durante la cumbre de Bruselas de los ministros de Finanzas. A su juicio, en estos diez días de vértigo los socios tienen que "completar" su respuesta definitiva para encauzar la crisis. La ecuación a resolver incluye dos cuestiones clave: el refuerzo del fondo de rescate y una mayor integración fiscal de la zona euro. "Se ha llegado a un momento en el que o se avanza o se acepta la desintegración gradual de más de medio siglo de construcción europea", proclamó.
Los 17 ministros de Economía de la zona euro ya han sentado la bases para fortalecer el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), pero tras su encuentro del lunes quedó un importante borrón en sus planes.
Ante las turbulencias en los mercados, los titulares de Finanzas admitieron que a corto plazo no se podrá elevar la dotación del mecanismo de emergencia hasta el billón de euros, la cifra prometida por el bloque para contener el contagio del virus griego. El EFSF tiene disponibles actualmente 250.000 millones y los inversores consideran que esa cantidad se queda muy corta en caso de que haya que auxiliar a España e Italia.
Ayuda del FMI
La solución de urgencia que adoptaron los miembros del Eurogrupo fue recurrir al FMI. Los socios acordaron abrir negociaciones con la entidad para que participe en la ampliación del fondo mediante préstamos bilaterales. En total, el organismo con sede en Washington cuenta con 290.000 millones para respaldar a los países en apuros. Esta cantidad podría ser decisiva, pero una mayor implicación de la institución monetaria abriría la puerta a la llegada de más dinero desde China o Brasil, que ya advirtieron de que no apoyarían directamente al club de la divisa única.
La segunda vía en la que tiene que avanzar la Eurozona es una mayor integración fiscal. Alemania y Francia trabajan para presentar una propuesta conjunta que desvelarán en los próximos días. París dio pistas el lunes de las contundentes reformas que sopesan para recuperar la confianza de los mercados. El Gobierno galo anticipó que podrían exigir un déficit cero en 2016, lo que equivaldría a imponer un techo de gasto como el introducido en la Constitución española. "Habrá discrepancias de opiniones entre los países por lo que la propuesta deberá ser equilibrada", remarcó Rehn en referencia a la nueva UE de la disciplina que se intuye.
Elena Salgado, que si no hay imprevistos ayer asistió a su última cumbre, optó por un tono más contenido que el del comisario de Economía. La vicepresidenta en funciones pidió "ser conscientes de los riesgos" y tomar decisiones "resolutivas" en los próximos diez días. A escala española, desveló que había transmitido al resto de socios un mensaje de Mariano Rajoy. Salgado les aseguró que el nuevo Gobierno "va a estar igualmente comprometido" con la reducción del déficit y las reformas estructurales.
Emocionada despedida
El presidente de la UE, Herman Van Rompuy, también abogó por tener "confianza" en los nuevos gobiernos de España, Italia y Grecia. "Están corrigiendo sus debilidades de forma decidida y aplicando políticas firmes", indicó después de describir a los tres países como los "más vulnerables" de la zona euro. En un encuentro con los delegados exteriores de los Veintisiete, el exprimer ministro belga apostó por dar una "respuesta sistémica" a la crisis con la puesta en marcha de una "unión económica real acorde con nuestra unión monetaria".
Salgado no sólo aprovechó su comparecencia para analizar la situación actual. Con la voz emocionada, la ministra de Economía también se despidió de sus colegas comunitarios, a los que pidió que traten con las mismas "simpatías" a su sucesor.