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Breivik evitará la cárcel si se confirma su esquizofrenia

Un informe psiquiátrico concluye que el asesino confeso de Oslo es un enfermo mental que cree que actuó «por amor» a Noruega

OSLO. Actualizado: Guardar
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Anders Breivik, el terrorista noruego de extrema derecha que el 22 de julio asesinó a 77 personas en Oslo, padece una enfermedad mental, según un informe psiquiátrico que podría librarlo de ingresar en prisión. El documento, presentado ayer ante un tribunal de la capital, dicta que Breivik sufre «esquizofrenia paranoide» y que actuó en estado psicótico, por lo que no puede ser condenado a penas de cárcel.

Si la Comisión de Medicina Forense del país escandinavo aprueba la tesis del informe, el asesino confeso se beneficiará de un principio jurídico vigente en Noruega desde la Edad Media y será recluido en un centro psiquiátrico. Así y todo, antes de adoptar cualquier decisión al respecto, es probable que se someta a Breivik a nuevos exámenes psiquátricos que podrían demorarse durante más de un mes.

La Fiscalía informó de que una hipotética resolución favorable al informe debería ser renovada en los tribunales cada tres años. Además, aunque Breivik fuera declarado cuerdo en el futuro, no quedaría en libertad, puesto que se le puede retener de forma indefinida si es considerado un peligro social. No obstante, y al margen de cuál sea el fallo de la comisión, el juicio en su contra, cuyo inicio está fijado para el 16 de abril, se realizará con normalidad, «ya que el tribunal tendrá que decidir si ha cometido o no los actos».

El informe apunta a que Breivik ha desarrollado durante un largo periodo una esquizofrenia paranoide «que lo ha convertido en la persona que es ahora» y que vive «en su universo propio de delirios de grandeza» que afectan a todos sus pensamientos. Breivik, de 32 años, cree que ha sido designado para salvar a la Humanidad y decidir quién debe vivir y quién no.

Regente de Europa

Los asesinatos, que él define como «ejecuciones», fueron perpetrados «por amor a su gente», reveló el fiscal Svein Holden. Según su relato, Breivik se considera a sí mismo «el caballero más perfecto desde la II Guerra Mundial» y cree que su organización, los Caballeros Templarios, asumirá el poder en Europa y él será el regente en Noruega. A su juicio, la masacre fue «necesaria» como castigo a la socialdemocracia por «traicionar» a Noruega «importando» musulmanes y para salvar a Europa occidental del islam y del «marxismo cultural».

El documento consta de 243 páginas y es fruto de trece entrevistas de un total de 36 horas con Breivik. A pesar de que el informe podría evitar que el extremista ingrese en prisión, los abogados que representan a los afectados por los atentados destacaron que no hay ningún motivo para tener miedo de que pueda quedar libre pronto, ya que «permanecerá en una institución cerrada durante muchos años, posiblemente el resto de su vida».

El 22 de julio, 77 personas murieron y más de cien resultaron heridas después de que Breivik hiciera estallar un coche bomba en el barrio ministerial de Oslo y abriera fuego contra los adolescentes socialdemócratas que acampaban en la isla de Utoya. A la espera de la celebración del juicio, el terrorista permanece en prisión para prevenir los riesgos que entrañaría dejarlo en libertad.