El Eurogrupo ultima el refuerzo del fondo de ayuda para proteger a España e Italia
Grecia cumple las exigencias del club de la moneda única y logra el desbloqueo del cheque urgente de 8.000 millones
BRUSELAS.Actualizado:La Eurozona dio ayer un paso decisivo para reforzar su gastado muro de contención diseñado para frenar las embestidas de los mercados. Los ministros de Economía de la moneda única acordaron los detalles necesarios para incrementar la potencia de fuego del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que podría empezar a comprar deuda de los países en apuros tras las Navidades. Pese a que el objetivo es que el mecanismo releve al Banco Central Europeo en la adquisición de bonos soberanos, varios socios volvieron a insistir en que no se logrará un solución definitiva sin una implicación directa de la entidad emisora.
Los 17 miembros del Eurogrupo volvieron a encontrarse en Bruselas bajo la implacable mirada de los mercados. Algunos expertos consideran incluso que ayer se inició una cuenta atrás casi a vida o muerte para la divisa común. Si los socios no consiguen cerrar un pacto de garantías en la cumbre de presidentes de dentro de diez días, entonces el euro podría enfrentarse realmente a su implosión. Al parecer, algunas grandes empresas europeas ya han empezado a elaborar planes por si la moneda acaba colapsando.
Los titulares de Finanzas intentaron anoche que el euro desafíe a los más agoreros y llegue a Navidad sin agobios. Con este objetivo, pactaron la letra pequeña del fondo de rescate para que pueda intervenir en los mercados. La medida permitirá comprar deuda de los países más acosados, especialmente de España e Italia. Todavía no hay una fecha clara para que el organismo con sede en Luxemburgo empiece a actuar, pero se espera que en enero esté todo listo. Actualmente, el fondo tiene una dotación de 440.000 millones, pero solo están disponibles 250.000 porque el resto ya se han comprometido para los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal.
Ante las estrecheces de dinero, los socios se concentraron en elevar la potencia del fondo, una cuestión que se arrastra desde hace meses. Varios ministros admitieron que será complicado alcanzar el billón de euros que se propusieron a finales de octubre por la volatilidad de los mercados. La inestabilidad ha hecho que ni inversores públicos -se esperaba sobre todo a China- ni privados se interesen por el mecanismo articulado para contener el contagio en la moneda única.
El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, apoyado por otros socios, reabrió el debate sobre la implicación del BCE ante los problemas para reforzar el fondo de rescate. De Jager explicó que se analizaría la posibilidad de que el emisor del euro preste dinero al FMI, una opción que respetaría su mandato de no respaldar financieramente a los países y permitiría que el organismo con sede en Washington ayude a España e Italia en caso de necesidad.
Líneas de crédito
Pese a las dificultades para ensanchar el fondo, los socios acordaron también las condiciones para otorgar líneas de crédito preventivas y avalar las emisiones de deuda. Esta última opción permite que un socio ofrezca títulos con una garantía comunitaria de hasta el 30% en caso de impago. Con esta fórmula, se persigue rebajar los intereses que pagan países como España por la desconfianza de los inversores. Elena Salgado, que si no hay nuevas convocatorias ayer participó en su último Eurogrupo, rechazó que el Gobierno tenga que recurrir al aval porque el Tesoro sigue «financiándose razonablemente bien dadas las circunstancias».
La cita comunitaria dejó buenas noticias para Grecia tras un mes de suspense. Los socios acordaron finalmente el desbloqueo del cheque urgente de 8.000 millones -al que España aportará 750- incluido en el primer rescate del país. La transferencia, que ya había sido aprobada en octubre, fue paralizada después de que Papandreou anunciara su fallido referéndum. La incertidumbre se mantuvo hasta la semana pasada porque el Eurogrupo exigía un compromiso por escrito con los ajustes a los principales partidos helenos.
Por otra parte, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno francés, Valérie Pécresse, afirmó que Alemania y Francia trabajan en una revisión del Pacto de Estabilidad que obligaría a «todos los países de la moneda única a cumplir la regla del déficit cero en 2016». Hasta ahora solo se habían fijado los objetivos de déficit hasta 2014.