El tribunal sentenciará en el 'caso Marta' sin pistas sobre el cadáver

Visto para sentencia. El juicio por el asesinato y desaparición de Marta del Castillo terminó ayer sin que el tribunal haya obtenido ninguna pista en sus 19 sesiones sobre el paradero del cadáver de la joven sevillana asesinada el 24 de enero de 2009 con 17 años. El tribunal dio una última oportunidad al asesino confeso, Miguel Carcaño, y a los tres acusados de encubrirle de revelar dónde está Marta, pero fue una oportunidad perdida. Todos negaron saber el lugar, lo cual deja claro que alguien miente. Eso sí, en el derecho que les asiste de decir la última palabra en la vista oral, los cuatro se mostraron compungidos, pidieron perdón a la familia y dijeron sentir no poder aliviar el dolor que les embarga por los tres años de duelo sin fin al desconocer a dónde la llevaron.

Fueron unas últimas palabras destinadas a seguir manteniéndose a salvo. El primero en hablar fue Carcaño, a quien por primera vez se le escuchó pedir perdón a la familia de la víctima por el daño causado: «Pido perdón a la familia de Marta. No fue mi intención, ni ha sido mi intención durante este tiempo producirle tanto daño. Si supiera de verdad dónde está el cuerpo lo diría».

«Era mi amiga»

A continuación habló Samuel Benítez, quien dijo algo parecido: «Siento mucho sinceramente lo que le ha pasado a la familia de Marta , era también mi amiga y yo no he tenido nada que ver». El que más frases había ensayado fue el hermano de Miguel Carcaño. Francisco Javier Delgado primero insistió en su inocencia, luego en haber confiado en su hermano hasta que descubrió que le había engañado. Por último se refirió a la familia de Marta sin mencionarla: «Mucha gente lo está pasando mal, pero no hay nada que yo pueda decir o hacer para aliviar ese dolor que como padre entiendo».

La novia de Delgado, María García, apareció como la más afectada, sollozando y leyendo un papel: «Sobre todo quiero expresar mi condolencia y pena a la familia de Marta del Castillo, solo que yo lo siento, no puedo aliviar ese dolor porque no se lo que le ha pasado a Marta».

La fiscalía ha pedido 52 años de cárcel para Miguel por asesinato, violación doble y daño moral por ocultación del cadáver, ocho para su hermano por amenazas, encubrimiento y daño moral, y cinco para su novia y Samuel por los dos últimos delitos.

Los abogados de Delgado, Samuel y María pidieron la absolución para sus defendidos. El de Delgado dijo que no hay ninguna prueba biológica que lo incrimine en el asesinato. También rechaza la declaración del taxista porque pudo haberse equivocado de día. El letrado de Samuel recuerda que la propia jefa del Grupo de Menores (Grume) declaró que no hay más prueba que incrimine a su defendido que su declaración primera y la de otros acusados. «No hay restos de ADN de Samuel en ninguna de las 194 muestras tomadas», señaló Manuel Caballero.

El letrado de María García hizo ver que nadie habla de ella en ninguna de las numerosas declaraciones a la policía.