LO INELUDIBLE
Actualizado:Salen los líderes políticos, tras el fin de semana familiar casi bufando de tanta tele hogareña y chismorreo mediático. El primero en romper tal vigilia doméstica y obligada ha sido el recuperado Alfonso Guerra, quien está dando la cara desde el hundimiento del PSOE de Zapatero, aunque también, Griñán, a su manera. Éste último expresó su convencimiento de que será el superviviente Rubalcaba el portavoz socialista en el Pleno de la investidura del Registrador Rajoy.
A niveles más próximos, el juez Zoido, alcalde sevillano recién aterrizado personaje público en el permanente surrealismo localista, se ha postulado casi 'urbi et orbe', como figura de la raqueta comprobando la idoneidad del suelo de la cancha de la Final de la Copa Davis. Y lo hizo el jurista con el uniforme de la 'roja' (si el flamante marqués Del Bosque permite la licencia), pero una foto en estos tiempos dejó de ser descriptiva para convertirse en delatora. Y qué delata esa foto del juez Zoido: que le sobran kilos. Si completa dos años como alcalde de la compleja ciudad de Sevilla perderá kilos y energías.
En cualquier caso, y una vez más, es el siempre retornado Alfonso Guerra el que encendió las luces de la polémica: el ex vicepresidente "dixit": "llevar jovencitos al poder y las mujeres primero, no es buena técnica". Guerra "forever". Y el animoso Griñán, que parece que regresa de una limpieza de sangre. No rehusa el futuro inmediato y sigue apostando por un triunfo socialista en el amanecer de la próxima primavera.
Lo ineludible es que todos estos notables se están haciendo mayores. Y se echa en falta el arrojo de un Pepe Caballos enclaustrado en la nevera, o un Salvi Domínguez recitando el Mío Cid camino del Rocío con sus tercios de la 'pringá'. Es decir, se aplana la realidad y escasean los encantadores de serpientes. En cualquier caso, cerramos con el sufrido Manuel Chaves, ex jefe del Poder autonómico. Declara el ilustre que no dificultará ninguna fórmula de renovación, aunque la IU andaluza ya está advertida, especialmente, Diego Valderas, por si la fusión de los escaños de ambas formaciones atrapan a al licenciado Arenas en un abrazo mortal.