El Cádiz B se encontró con la victoria. :: ANTONIO VÁZQUEZ
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Un triunfo para coger impulso

Orihuela desperdició una pena máxima poco después de la media hora y el Antoniano, correoso pero sin mordiente, pagó muy caro el error Un gol de Riki posibilita la victoria del Cádiz B, que ya es duodécimo con 18 puntos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El filial cadista ya ha cogido el pulso de la categoría. Vencer al Antoniano en El Rosal era muy importante para los pupilos de Juanma Carrillo y éstos no desaprovecharon la oportunidad. Eran tres puntos vitales para alejarse un poco del pozo y mirar con optimismo al futuro, pues las piezas ya empiezan a encajar.

No era un partido fácil para el Cádiz B. El Antoniano ha sido capaz de formar un bloque compacto en su regreso a Tercera y no estaba dispuesto a regalar los puntos. Bien es cierto que en su feudo sus números son mejores que lejos del mismo. También lo es que es un equipo con la pólvora totalmente mojada, tal y como apuntan los doce goles anotados hasta la fecha, cifra que convierten a la escuadra de Lebrija en la menos anotadora del Grupo X de Tercera. Pero, más allá de eso, el equipo dirigido por Antonio Jesús Falcón este año es de esos rocosos conjuntos que sacan el máximo provecho posible.

El planteamiento esperado

Y el guion no cambió mucho. Los amarillos, que saltaron con un once muy parecido al que empató la semana pasada en Arcos (Akrong fue la novedad en detrimento de Tiri), sufrieron para doblegar al férreo club sevillano. De hecho, los visitantes fueron los que contaron con las ocasiones más claras en la primera mitad.

Comandados por el portuense Álex Natera, el Antoniano dispuso de buenas oportunidades para adelantarse en el marcador, pero los lebrijanos volvieron a demostrar que no mantienen un idilio con el gol. Eloy, incapaz de aprovechar una indecisión entre Álex Cobaleda, Gasca y Akrong (11'), tuvo en sus botas el gol, pero erró su doble ocasión. Luego, Álex Cobaleda estuvo inconmensurable en un penalti lanzado por Orihuela a la izquierda del guardameta (33').

El Cádiz B, por su parte, apenas creó peligro en el primer tiempo. Una acción providencial del visitante Rubio bajo palos (15') y un remate de cabeza desviado de Rubén (30') fueron los intentos más peligrosos del filial antes del descanso.

Al regresar de los vestuarios, el Cádiz B imprimió mayor ritmo al partido ante un Antoniano que se limitó a defender, sin aparecer por las inmediaciones del área gaditana. Y así llegaban las ocasiones locales. La mejor tuvo lugar en el minuto 66. Un buen centro de Alberto fue rematado por Rubén al palo y Riki, que entró por Blanco, envió el cuero fuera en una ocasión inmejorable.

También tuvieron sus opciones, Cuero, Blanco y Alberto. Hasta que el propio Riki se resarció en el 76' y batió por bajo a Óliver, tras una gran asistencia de Mohamed. Roto el cerrojo visitante, las posibilidades de obtener el triunfo eran cada vez mayores.

De ahí al final, los discípulos de Falcón adelantaron sus líneas, pero apenas crearon peligro. Sus envíos eran muy previsibles para la retaguardia local, que repelía con contundencia todos los intentos hispalenses. Es más, incluso pudo llegar la sentencia del Cádiz B en los últimos minutos. Sin embargo, Óliver, que evitó el gol de Mohamed (85') sacó dos manos espectaculares tras sendos remates de Sergio con la testa (80' y 86').

En resumen, victoria vital para un Cádiz B que afronta su visita a El Puerto con 18 puntos (los mismos que el Antoniano, entre otros) y en una cómoda duodécima posición.