Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Pedro Carrión, que ayer anotó dos goles, fue clave en el empate del San Fernando . :: A. VÁZQUEZ
CRÓNICA

El punto de la mediocridad

El San Fernando vuelve a mostrarse como un equipo débil y sin patrón y empata ante un Arcos que hizo un gran partido y mereció ganarPedro Carrión y Ñoño sacan las castañas del fuego a Menudo, cuya dimisión se pidió desde la grada

DANIEL ANELO MORENO danelo@lavozdigital.es
SAN FERNANDO.Actualizado:

El cambio en el horario del partido contra el Arcos no trajo consigo variación alguna para el San Fernando. Ni en la cantidad de público, porque al Estadio Iberoamericano fueron los alrededor de 1.000 aficionados que van y seguirán yendo siempre, ni tampoco en las sensaciones que dio el equipo. Un modesto conjunto arcense que pelea con lo puesto por quedarse en una categoría en la que se encontró por sorpresa bien entrado el verano, que no le había metido tres goles a nadie en lo que va de Liga (disculpen, al Marinaleda, un rival de su mismo nivel) se los marcó con facilidad a un equipo al que todo el mundo se los hace.

Por enésima ocasión, el San Fernando dio la imagen de ser un conjunto poco trabajado, sin patrón y sin rumbo, haciendo aguas hasta rozar el ridículo en tareas defensivas y viviendo de sus hombres de ataque, que se encuentran a otro nivel. La calidad se paga y es por eso que el conjunto isleño se encuentra a estas alturas entre los cuatro primeros de la clasificación, porque lo cierto es que sin la pólvora de Pedro Carrión y Ñoño este equipo ya necesitaría prismáticos para poder divisar la cuarta posición. Una vez más, tampoco se vio que desde el banquillo pudiera llegar la solución.

Oliva sabía bien de las virtudes de su equipo y de las carencias de un rival mermado por las bajas, y tejió una red en el centro del campo que anuló por completo la creación de un San Fernando al que hacía tiempo que no se le veía abusar del balón largo buscando la espalda de sus atacantes. Recurso demasiado pobre para un plantel llamado a la excelencia esta temporada, y que sin embargo solo ha sido capaz de dejar su portería a cero en dos de los 17 partidos disputados, nunca delante de sus aficionados. 31 goles en contra que lo convierten en el segundo más goleado de la categoría, solo superado por un Ayamonte cuya temporada está siendo una montaña rusa y que pelea por la permanencia.

Defensa caótica

Volvieron a aparecer los fantasmas de siempre en los tres goles arcenses. El primero, obra del exazulino Chendo, a balón parado. Cabeceó delante de las narices de la defensa una falta magistralmente botada por Vicente. El segundo, firmado por Sierra, tras aprovechar el rechace de Zamora de un balón que le había robado el veterano defensa José Manuel a Eric Barroso dentro del área. El tercero, del canterano Pedro, que nada más salir recogió un rechace de la defensa a la salida de un córner. Y debió dar las gracias a todos los santos Juan Carlos Menudo, porque Zurdo y Vicente disfrutaron de sendos uno contra uno con el portero que bien podrían haber elevado a escándalo lo que ayer sucedió en Bahía Sur.

Tal fue la pobre imagen del equipo que en la grada se oyeron gritos que pedían la dimisión del entrenador, y hasta se coreó aquello de «¡esto sí que es una chirigota!». No le faltaba razón a un público tan crítico como fiel como es el de San Fernando, demasiado castigado esta temporada.

Desde luego, quedó más que patente que, sin un cambio de rumbo, el ascenso parece aún más difícil de lo que se veía el año pasado a estas alturas, cuando la epidemia de lesiones tenía al equipo cogido con pinzas. Por ello, es más que probable que en las próximas fechas se produzcan cambios importantes en la plantilla, coincidiendo con la apertura del mercado invernal, e incluso que el banquillo cambie de manos ante la incapacidad que está demostrando el técnico sevillano.