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La selección se hace es las marismas de la Bahía. :: ANTONIO VÁZQUEZ
medio ambiente

Las sabrosas verduras del mar

En los esteros de la Bahía crecen tres tipos de algas autóctonas que se están convirtiendo en recursos muy apreciados por la gastronomía local

ANA C. DOMÍNGUEZ acdominguez@lavozdigital.es
CÁDIZ.Actualizado:

Que no suene a chino. La provincia de Cádiz tiene una de las marismas mareales de mayor dimensión de la península y en ellas, por sus características climatológicas y la calidad de sus aguas, nacen tres tipos de organismos vegetales autóctonos que son aún grandes desconocidos: la lechuga de mar, la aonori y la ogonori. Se trata de unas algas, con múltiples propiedades beneficiosas para la salud y el cuidado del cuerpo, que se desarrollan en los esteros del Parque Natural Bahía de Cádiz.

Acercar al ciudadano al medio natural de estas algas, en los esteros de La Leocadia, para enseñarle el proceso de selección y limpieza para su posterior consumo en salazón, frescas o deshidratadas es el objetivo de la iniciativa que pilotan la Consejería de Medio Ambiente y la empresa Compuertas. Así, un grupo de una treintena de personas se apuntaron ayer a esta ruta para abrir sus sentidos por primera vez al sabor, el olor y la textura de estos vegetales del mar, aprendiendo además sus cualidades y aplicaciones en el campo de la gastronomía y de la cosmética. La actividad, denominada 'Aprovechamientos naturales de la Bahía: las algas atlánticas', contó en todo momento con las explicaciones de la representante de Compuertas, Inmaculada Gómez, quien detalló a los presentes la tipología de las algas según su tamaño (micro o macroalgas), color (verdes, rojas, pardas o azules) o procedencia (de agua salada o dulce). Mientras, la empresa local de reciente creación Suralgae se encargó de mostrar 'in situ' el proceso de recolección de las lechugas de mar y de la aonori. «La proliferación excesiva de las algas pueden causar perjuicios a las acuicoltores, por eso de siempre se han desechado. Ahora y desde hace solo un año, gracias al aprovechamiento sostenible, Suralgae las selecciona y las trata para consumirlas, algo que era solo pensable en países asiáticos», puntualizaba el director del Parque Natural Bahía de Cádiz, Antonio Gómez, en el Centro de Visitantes de San Fernando minutos antes de comenzar la ruta. En el mismo sitio, y con un recorrido por la exposición permanente sobre el entorno de estas algas, terminó la visita al parque.

Para completar la ruta, los participantes del taller se desplazaron hasta las instalaciones de Suralgae para ver en directo cómo se lavan las algas, se secan y se envasan. El grupo, compuesto por personas que buscan alternativas en el campo de la salud o innovar en nuestra gastronomía y por simples curiosos del mundo marino, participó en una cata selectiva. Fue el momento en el que pusieron en práctica los conocimientos adquiridos sobre las formas y texturas de las algas de la Bahía, tan pendientes aún de explorar pero con prometedoras miras de futuro.