ADVERTIR

Ya vamos a estar bajándonos los pantalones y dejando el culito al aire (carne para los mercados, ñan ñan), hace bien la Autoridad Sanitaria en advertir que fumar es de lo más perjudicial... es más, también debería la Autoridad Sanitaria advertir del potente efecto depresivo que puede producir el consumo por vía visual o auditiva de las noticias de economía, bastaría con un mensaje rápido antes de darla, como con los medicamentos: Esta-noticia-está-relacionada-con-la-zona-euro-y-la-prima-de-riesgo, apague-rápidamente-su-aparato-siguiendo-las-instrucciones-del-fabricante, si-no-funciona-apresúrese-a-quitar-las-pilas-o-desconectar-la-luz-y-cierre-el-balcón-para-evitar-tentaciones. En fin, puede que hasta la misma Autoridad Sanitaria se cuestione el anticasposo «cualquier tiempo pasado nunca fue mejor», sin ir más lejos parece que fue ayer que advirtió aquello de la conjunción astral que permitía el Gobierno planetario y simultáneo de nuestro prohombre y Obama (todos meábamos colonia, Hugo Boss, nada de Varon Dandy), incluso hace apenas un par de años en el Desayuno Nacional de la Oración (laica, sin concesiones al imperio) advirtió a su astral amigo su declaración de intenciones vía Deuteronomio «No explotarás al jornalero pobre y necesitado», y lo ha cumplido, al menos con cinco millones de jornaleros... estaba en solucionar lo de pobre y necesitado, pero han advertido que es mejor que no lo haga, ni eso ni lo de la Alianza de Civilizaciones, y mira que con diez mil años más de gobierno astral habría conseguido que judíos y palestinos bailaran juntos el Bimbó (habrá que esperar que se de otra conjunción para que termine de dilapidar lo que haya en caja). En fin, arte tenía, dio cuatrocientos euros y quitó cuatro veces cuatrocientos, un cobazo astral... y por qué estoy yo con esto... ¡ah, sí!, tú te crees, una cajetilla de tabaco setecientas pelas... hace bien la Autoridad Sanitaria en advertir.