Nadal se despide de la Copa Masters

El primer día, unos problemas estomacales impidieron que Nadal cerrase el encuentro ante Fish con mayor comodidad. En su segundo encuentro, ante Federer, la perfección del suizo fue demasiado. Y este jueves, ante Jo-Wilfried Tsonga, la agresividad del galo se mezcló con el mal juego del español, que cayó con justicia. En definitiva: esta Copa Masters no ha sido el torneo del manacorense. Solamente en el choque ante el francés apenas conectó 14 tiros ganadores en 32 juegos, un dato muy similar al de los anteriores encuentros que explica su falta de confianza durante todo el torneo. En esta ocasión, en dos horas y 42 minutos el finalista del año pasado dijo adiós al último gran torneo del año por 6-7, 6-4 y 3-6.

Nada más comenzar el choque, los problemas del manacorense desde el fondo de pista afloraron. Sus tiros, golpeados dos metros detrás de la línea, eran demasiado cortos. Y por si era poco, su segundo servicio era un coladero. Esa dificultad del manacorense para solventar su saque contrastaba con la facilidad con la que ganaba el suyo el francés. Porque la igualdad que mostraba el marcador no correspondía con lo que se veía en el O2 de Londres

Al igual que sucedió ante Federer este martes, la comodidad al resto de Tsonga le permitió contrarrestar perfectamente la escasa velocidad del servicio del español. Uno de los principales medidores de la confianza del español, su derecha paralela, estaba prácticamente desaparecida. Pero seguía en el partido. Sufriendo mucho, pero consiguió llegar al ‘tie break’. Sin embargo,el mayor acierto del número seis del mundo, y su mejor nivel durante toda la primera manga, se impuso.

A partir de ese momento, la noticia positiva para Nadal era que difícilmente el encuentro podía ir a peor para él. Tras un parcial en el que no tuvo ninguna opción, el número dos del mundo necesitaba mejorar mucho desde la línea de fondo. Y muy poco a poco fue cogiendo el ritmo al partido. Su saque se afianzó mientras el servicio del francés seguía manteniéndose intratable. Y sin jugar del todo bien, demasiado atrás en la pista y sin encontrar los tiros ganadores ni bolas de roturas, en el décimo juego llegaron cuatro oportunidades de cerrar el set que no perdonó el español.

Liberado de la presión de conseguir el set para seguir vivo en el torneo, se esperaba que el juego del seis veces campeón de Roland Garros fuese a más en el parcial definitivo. Pero no era su día. En general, no ha sido su torneo. Tsonga, implacable en la volea durante todo el encuentro, rompió el servicio del español muy temprano y no se arrugó. Continuó con sus subidas a la red y su tenis agresivo perfectamente acompañado de un servicio inapelable. Con la ayuda de otra rotura más, y a pesar de las dudas surgidas al final Tsonga derribaba a Nadal, que terminará la temporada la semana que viene en Sevilla luchando con 'La Armada' para levantar la ‘ensaladera’.