Arenas tantea a Griñán sobre el grado de confrontación con Rajoy
El presidente expresa al futuro mandatario su lealtad y el PP no le cree tras lanzar su primera reivindicación: 800 millones para parados
SEVILLA.Actualizado:El primer cara a cara en el Parlamento de los líderes políticos andaluces tras el 20N se resolvió en el mismo clima electoral que el último antes de las generales. Griñán, Arenas y Valderas, candidatos a presidir la Junta en cuatro meses, siguen con el traje de campaña puesto. Con una novedad. El futuro gobierno del PP en Madrid significa un cambio de papeles en Sevilla que ayer se hizo patente en el Parlamento.
El presidente de la Junta expresó su lealtad a Rajoy contra la crisis, una buena intención de cooperación institucional que Javier Arenas no se cree porque en el primer pleno tras el 20N los socialistas sacaron adelante una proposición no de ley en la que le reclaman al futuro presidente al menos 800 millones para complementar un plan de empleo de la Junta para parados de la construcción. «Nunca le pidió a Zapatero planes de empleo», dijo.
El PP considera que este primer requerimiento a Rajoy demuestra que el PSOE va a diseñar una estrategia de oposición desde la Junta, como hizo Chaves con Aznar. Por ello calificaron la iniciativa de «farsa» y no la votaron. IU se abstuvo.
Griñán, sin embargo, insistió en el rifirrafe con el líder de la oposición que no va a exigir a Rajoy algo distinto de lo que ha reclamado a Zapatero. «No nos vamos a aliar con la crisis para combatir a Rajoy, sino que nos vamos a aliar con el Gobierno para luchar contra la crisis», dijo en referencia a lo que el PSOE reprocha que hizo el PP con el presidente en funciones.
Griñán recordó incluso que su gobierno tiene interpuestos recursos en los tribunales contra el reparto del dinero y el déficit estipulado por el Gobierno central. «Venga conmigo y verá que le voy a pedir lo mismo», retó el presidente. Este aprovechó la réplica final para inquirir a Arenas si ahora que gobernará su partido va a seguir reclamándole el dinero de la parte de la deuda histórica que se abonó con solares o los 1.500 millones de euros que el Estado ha dejado de invertir y que el PP tasó en más de 2.000 con el ejecutivo de Zapatero. Pregunta a la que Arenas asentía desde su escaño moviendo la cabeza y sonriendo.
Javier Arenas, ganador el domingo en Andalucía, estuvo institucional y moderado. No hizo alarde de su éxito electoral. Incluso felicitó a los socialistas por su resultado y a IU por sus dos diputados andaluces. Griñán le devolvió el cumplido. Arenas basó sus críticas en la situación económica, pintando de nuevo un panorama negro con cifras como el millón de parados y la pérdida de 43 empresas diarias y acusando a los gobiernos socialistas de haberse cargado el tejido productivo andaluz.
Arenas reiteró que hará otro presupuesto si gobierna tras las andaluzas y reeditó el mensaje preferido de Rajoy en la campaña de que hace falta «confianza». Una excusa para meter la cuña de los ERE: «Esta confianza no se creará hasta que no se sepa toda la verdad de los ERE», dijo reprochando que se no creara una comisión de investigación. A renglón seguido avisó de que también hay que hablar de «los millones de euros que se han ahogado en la bahía de Cádiz», en referencia a los planes de reindustrialización de esta zona. Con ello, Arenas insiste en erosionar al PSOE por lo que cree una mala gestión en sus políticas de empleo e incentivos empresariales.
En su réplica, Griñán dijo sobre los ERE que se sabrá toda la verdad, «pero no su verdad, la que fabrican con sus mentiras, sino la que la Justicia diga». Fueron las únicas alusiones al tema que más escuece al Gobierno de la Junta y que el PP no dejará de hurgar para socavar a los socialistas. No lo hará Arenas, que pasó de puntillas sobre este tema, pero sí sus segundos y terceros. Horas mas tarde, el Pleno del Parlamento vivió su debate más bronco entre Antonio Sanz y José Caballos con el fraude de los ERE como telón de fondo. Esperanza Oña intervino en la disputa de refilón al verse aludida por Caballos.