«Si no luchara, me moriría»
Juan José Cortés funda una nueva iglesia evangélica que le permita combinar la labor de predicador con la política
Actualizado:Tiene Juan José Cortés (Huelva, 1969) una fortaleza que parece infinita. Maldita la hora en que se ganó el título de padre coraje... Incansable, ha llevado la memoria de su pequeña Mariluz por todos los rincones de España y ha sido la voz de todos los que no han tenido fuerza para levantarla y pedir una reforma del Código Penal que endurezca las condenas para los pederastas e incorpore la cadena perpetua revisable.
Sabe Juan José dirigirse a la gente, aunque haya tenido que aprender espoleado por el dolor de una pérdida de la que uno no se recupera jamás -la pequeña Mariluz fue asesinada el 13 de enero de 2008 y Santiago del Valle, condenado a 22 años de cárcel-. Cuando Juan José habla, los demás escuchan. Porque este hombre de porte sencillo y trato afable llega al corazón. Desde la televisión o desde el púlpito.
Es uno de los pastores con más seguimiento de la Iglesia Evangélica, la más numerosa de las confesiones minoritarias de España. Al amparo del movimiento evangélico ha creado el 'Ministerio Juan José Cortés', su propia iglesia con su propio nombre, un proyecto modesto en su concepción -son 50 personas- pero ambicioso en sus objetivos. Porque no solo predicarán, sino que abrirán servicios sociales, que «la gente quiere hechos, no palabras». Todavía no es tangible. Lo será en unos días, cuando se inscriba en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia.
Juan José continúa un camino que emprendió hace 17 años, cuando se hizo pastor de la Iglesia de Filadelfia, una de las corrientes más populares dentro del Evangelismo. Ahora vuela en solitario para hacer realidad un proyecto personal. «No es una ruptura, simplemente tomo otra línea. En la Iglesia Evangélica de Filadelfia no es viable comulgar con la política si eres predicador, por ejemplo, y quiero una iglesia más abierta, más en contacto con los ciudadanos...», explica a este periódico.
- No le incluyeron en las listas del PP de Huelva, pero no renuncia a regresar a la política.
- No ir en listas fue una decisión mía, porque no era el momento, pero voy a seguir en política, sí o sí. Espero hacerlo con el PP.
No le faltarán adeptos. Tampoco en su nueva iglesia. Confían los artífices del 'Ministerio Juan José Cortés' en llegar a los 400 seguidores en su primer año de predicamento, pero serán muchos más: le están pidiendo abrir locales por medio país. «Es curiosa la aceptación que ha tenido, pero no quiero hacer números, lo importante no es tener mucha gente, sino dar servicios».
Empezará a predicar el 15 de enero en una nave situada en el polígono industrial El Manchón, en Sevilla, una de las provincias donde más seguidores de la Iglesia Evangélica hay (existen 109 centros de culto de esta corriente cristiana). Pero este proyecto es mucho más que palabras. «El sermón está bien, pero la gente necesita que se le eche una mano. Queremos abrir un comedor social, un banco de alimentos y, en el futuro, una casa de acogida para chavales. Este es el proyecto más ilusionante».
- ¿De dónde saca la fuerza?
- Eso es algo que nace de dentro. Si dejara de luchar, me moriría. Y si la gente se puede beneficiar de esta fortaleza o puedo ser ejemplo para alguien, mejor.
Y vaya si lo es. Claro que la moneda puede caer del otro lado en cualquier momento. Hace un par de meses el padre coraje de España se vio envuelto en un desagradable suceso, una riña que acabó con un herido de escopeta y con cuatro familiares de Juan José Cortes y él mismo en la comisaría. «Está pendiente de resolución, pero ya hemos pedido el archivo de la causa. No haría daño a nadie, otra cosa es que en un acto de rabia pueda decir cosas».
- ¿Su familia está con usted en el proyecto de la nueva iglesia?
- Sí, están todos muy ilusionados, especialmente Irene, mi mujer. En este barco remamos los dos. Ella canta y se va a sentir muy realizada atendiendo a la iglesia. Le va a facilitar la vida.