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Prohibido criticar: El intento de suicidio de Rafati desata la polémica en Alemania

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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Barak Rafati es un alemán de origen iraní de 41 años que, hasta el sábado pasado, combinaba su profesión de banquero con el uniforme de árbitro de la poderosa Federación Alemana de Fútbol (DFB). Pero ese día, el árbitro tomó una decisión que ha desatado ahora una polémica inédita en el país y cuyo fin último es impedir que la prensa especializada critique el mal comportamiento de los jueces en una cancha de fútbol.

Cuando faltaba una hora para que Rafati arbitrara el partido entre el Colonia y el Mainz, dos equipos de la Bundesliga, el árbitro fue descubierto por sus dos jueces de línea en la bañera de su cuarto de un hotel de lujo de Colonia. Rafati habia intentado suicidarse cortándose las venas.

El partido fue suspendido, pero el intento de suicidio dejó al desnudo un drama personal y profesional del árbitro. Rafati había sido declarado «peor arbitro de la Bundesliga» por la revista Kicker en tres ocasiones en los últimos cuatro años y la FIFA, lo había dado de baja alegando motivos de edad.

Aunque la policía, después de analizar algunas notas que escribió el árbitro antes de cortarse las venas, dijo que Rafati aparentemente era victima de un estado de depresión y que tenia problemas con su personalidad, el jefe de la comisión arbitral de la DFB llegó a una conclusión diferente.

En una entrevista que publicó ayer el periódico BILD, el jefe de esa comisión, Herbert Fendel, pidió que la revista Kicker aboliera la elección sobre el peor árbitro de la temporada. «Esa elección es humillante y hay que abolirla de inmediato. Los árbitros son puestos en la picota pública y se atenta contra su personalidad», dijo el funcionario, citado por el BILD.

¿La prensa deportiva culpable de un intento de suicidio?. Las declaraciones del funcionario aun no encuentran una respuesta adecuada de los medios, pero la sugerencia de cortar con la sana costumbre de criticar el comportamiento profesional en la cancha huele a censura barata.