El Barça conquista San Siro
Los azulgrana pasan como primeros de grupo por delante del Milan
BARCELONA Actualizado: GuardarEl empate le valía al Barça para pasar como primero de grupo, pero este equipo no sabe jugar a especular. La consigna era ganar por Tito Vilanova, el segundo entrenador del equipo operado el martes en Barcelona de un tumor, y el homenaje no pudo ser mayor. Partidazo en San Siro, ante un grande que tiene siete Copas de Europa.
El Milan, con Ibrahimovic y Robinho en punta, y de la mano de Van Bommel y Seedorf en el centro del campo, planteó un partido valiente. Buscó al Barça en su campo y trató de borrar la imagen que dejó en el Camp Nou de equipo achicado y algo 'amarrategui'. Al Barcelona estos partidos le van que ni pintados. Si le aprietas arriba, puede que en algún momento sufra, aunque tarde o temprano saldrá de la presión. Con Xavi, Thiago, Busquets, Messi y Cesc en el campo, es cuestión de tiempo. El que haga falta para que combinen a esa velocidad que de momento sólo ellos saben hacer.
Ocurrió en el 13 de la primera parte, tras unos minutos iniciales de indefinición. Thiago robó un balón casi en el córner. Encontró a Messi, el argentino oteó el horizonte y divisó la entrada de Keita por el lado opuesto. Balón medido al africano, que desde dentro del área lanzó a Xavi, que estaba en posible fuera de juego. Pero su actuación no hizo falta, porque antes de que le llegara el balón, lo tocó Van Bommel, que batió a su portero.
Los 'rossoneri', como dice su nombre, no se amilanaron y siguieron apretando. Disputaban el control del balón al equipo de Guardiola y leían muy bien que el Barça jugaba sin laterales (con tres defensas: Puyol, Mascherano y Abidal) y por tanto dejaba algo desguarnecidas sus bandas. Así llegó el empate de los lombardos.
Van Bommel lanzó desde 40 metros a Seedorf, que ocupaba la posición del 11, vio a Ibrahimovic, que con la izquierda batió a Valdés.
Empate justo y vuelta a empezar para todos. Pero para entonces, mediada la primera parte, el partido ya era casi de ida y vuelta. Y en partidos jugados de tú a tú, los culés tienen mucho peligro.
Sobre todo si sus centrocampistas empiezan a gustarse y a encontrarse. Xavi y Cesc lo hicieron. Dibujaron una pared de libro y cuando el egarense estaba a punto de rematar, Aquilani le derribó por detrás y el árbitro pitó penalti. Lanzó Messi, marcó, pero tuvo que repetir. El colegiado alemán anuló el tanto porque hizo 'paradinha'. Problema menor para el argentino, que volvió a chutar, eso sí, fuerte y al otro palo. 1-2 y el Barça se encontraba como pez en el agua en el Coliseo milanista.
Acometidas de Messi
Tras la reanudación, Massimiliano Allegri se la jugó con Pato, en parte de Robinho (una sombra de lo que fue). Como en la primera parte, salió a por el Barça muy arriba, para darle problemas en la salida. Sin embargo el empate llegó después de un balón colgado al área. En principio parecía un balón si peligro, centrado sin sentido. No con el brasileño en el campo. Pato lo peleó por alto, se lo ganó a Mascherano, Boateng hizo un control imposible del rechace, bajó la pelota y por el palo corto, y sorprendiendo a Valdés, hizo el empate a dos. El hombre más dinámico de los milanistas conseguía un justo premio a su intenso trabajo. El Barça controlaba el partido, pero algo hacía presagiar que ese dominio no era absoluto. Y es que el Milan es uno de esos equipos que tiene la gran virtud de ser letal haciendo poco o incluso de estar más cómodo cuando está sometido durante unos cuantos minutos. Sin embargo hizo una cosa mal. Dejó demasiados espacios a los azulgrana. Especialmente a Messi, que se movió por todas las zonas del campo con una libertad algo suicida para los lombardos.
El Barça había quedado algo tocado con el empate, pero Messi no siente los golpes. Encaró en la medular, envió un pase colosal a Xavi sorteando a tres rivales, y el de Terrassa, más decisivo que nunca en el ataque, batió por bajo a Abbiati. Aún quedaban más de 25 minutos para el final, pero el partido estaba ganado por los azulgrana. El Milan ya no apretaba con la frescura de la primera parte y se veía incapaz de parar las acometidas culés, sobre todo las de Messi. Gran victoria del FC Barcelona, que pasa a octavos por la puerta grande.