Todos pendientes del PGOU
El Consistorio trabaja para que actuaciones prioritarias como La Longuera o la Ronda Oeste tengan cabida en las Normas Transitorias La nulidad del plan siembra dudas en infraestructuras y proyectos pendientes
Actualizado:Si a una ciudad con 13.000 desempleados, una dependencia histórica del alicaído sector de la construcción, y sumida en una deuda pública elevada, la dejan sin Plan General, la situación a corto y medio plazo se antoja insalvable.
Eso es lo que podría ocurrir en Chiclana, una vez que el Tribunal Supremo comunique formalmente la anulación del PGOU actualmente en vigor al Consistorio, y la administración local no tenga más remedio que retrotraerse a las normas urbanísticas de 1987.
Mientras eso ocurre, y con media ciudad (agentes económicos, colectivos sociales, propietarios de viviendas ilegales y partidos políticos entre otros), pendientes de qué pasa con el planeamiento, el equipo de gobierno gasta energías en lo único que puede hacer; agilizar al máximo posible las denominadas Normas Transitorias.
Este documento, una especie de 'apaño' en connivencia con la Junta de Andalucía para evitar que la localidad se quede sin legislación urbanística, no estará listo en ningún caso antes de seis meses.
Aunque no lo reconocen abiertamente, en el gobierno municipal del PP se confía que un hipotético vuelco electoral el próximo año en el Parlamento autonómico podría allanar el camino. A día de hoy Urbanismo trabaja con la premisa de «intentar salvar» el mayor número de proyectos y planes parciales posibles. Chiclana no puede permitir que una foto fija de hace dos décadas determine qué se puede hacer o ejecutar o no en el municipio.
Como ya ha expresado en varias ocasiones el titular del área, Andrés Núñez, se trata de que algunas de las actuaciones y proyectos pendientes más emblemáticos puedan incluirse técnicamente en ese documento transitorio.
El futuro complejo comercial de La Longuera, aunque con modificaciones, la futura carretera de circunvalación, Ronda Oeste, y buena parte del suelo disponible para vivienda protegida, son algunos de los asuntos más delicados.
También se trabaja para que las Áreas de Gestión del diseminado pueda desarrollarse lo antes posible, no en vano se trata de una de las grandes expectativas económicas y de crecimiento de Chiclana, dado el importante espacio por urbanizar y consolidar, más de 18 millones de m2 en total.
Extrarradio
Pero esas Normas Transitorias no son más que agua de borrajas. El documento verdaderamente definitivo deberá ser el nuevo PGOU local. Tras los varapalos judiciales del aprobado en 2007, Chiclana no puede permitirse el lujo de dejar pasar más tiempo. Eso sí, mínimo deberán transcurrir dos años hasta que ese planeamiento esté vigente.
Los empresarios hacían esta semana pasada un ofrecimiento público al gobierno local para que se cuente con sus técnicos y asociados para «sumar esfuerzos» y agilizar en la medida de lo posible la discusión y tramitación del plan.
El asunto está sobre la mesa, y no es baladí. No en vano, el próximo planeamiento debe decidir a qué modelo de ciudad aspira Chiclana, después de años de descontrol urbanístico y crecimiento caótico. El anterior gobierno del PSOE decía que las bases serían las actuales. Pero lo cierto es que a día de hoy las zonas verdes, los nuevos recintos empresariales, el suelo de la reserva del 10% para VPO, o las infraestructuras básicas de sanidad y educación están aún por pintar.