Ferrer sorprende a Murray
El español consigue su primera victoria en la Copa Masters frente a un rival que precisó asistencia por un problema muscular Se impone al británico, mermado, en dos sets tras un sensacional partido
MADRID.Actualizado:Dentro de unos años, cuando esta irrepetible hornada de tenistas españoles cuelgue la raqueta, la afición española echará de menos a un tenista como David Ferrer. Porque jugadores como él son un lujo. Sin tener la mejor derecha, ni un saque especialmente dañino, tampoco una apisonadora de revés y menos aún un juego de red excepcional, el mérito del alicantino es haberse convertido en un tenista completísimo, en un jugador inmenso. Con un juego de pies y un físico trabajado a la perfección, con una mentalidad digna de los mejores de la historia, el número cinco del mundo venció al británico Andy Murray por 6-4 y 7-5 en su primer encuentro de la Copa Masters. Jugó mermado su rival por un problema muscular pero no hay que restarle méritos.
El choque no comenzó como el español deseaba. Nervioso desde el fondo de la pista y dubitativo con su servicio, el alicantino vio cómo el escocés le rompía el saque en el tercer juego. Pero supo recuperarse inmediatamente. Ferrer devolvió el 'break' al número tres del mundo y mejoró notablemente su juego. A partir de ese momento, ambos jugadores ofrecieron un magnífico espectáculo. Los intercambios se eternizaban. Los puntos, durísimos y maratonianos, necesitaban lo mejor de cada tenista para ser completados.
A pesar del aparente ritmo cansino del escocés desde el fondo de pista, llegaba a cada bola y hacía jugar una pelota más al español. Ese pesado juego de pies contrastaba con la agilidad y la rapidez del español. Y en ese contexto de lucha, con un Ferrer espléndido que movía de lado a lado a su oponente, el de Jávea supo materializar su buen juego consiguiendo la primera manga, ayudado en parte por la debilidad al servicio del favorito del público londinense.
Nada más concluir la primera manga, Murray solicitó la llamada del fisioterapeuta. Esa pequeña parada en el duelo trastocó el ritmo del español, que cedió los dos primeros juegos del segundo acto. A pesar de que en esos primeros compases del set la precipitación se apoderó del alicantino, la calma llegó rápidamente a su tenis. El pupilo de Javier Piles volvió a coger el ritmo del encuentro e igualó el choque con una rotura en blanco.
Los intercambios eran más cortos. Tanto el británico como el español erraban más de lo normal y ofrecían a su rival numerosas oportunidades de rotura. Ferrer, conocido en el circuito por su habilidad al resto, recuperó por segunda vez el 'break'. Y cuando todo apuntaba a que el choque se decidiría en la muerte súbita, el de Jávea ofreció una nueva muestra de su poderío físico y mental.
Se agarró a la pista, buscó el revés del británico y disminuyó al mínimo posible sus errores no forzados. Y no falló. En su primer oportunidad para cerrar el encuentro al resto, peleó cada bola, luchó en todos sus desplazamientos y, gracias a un revés cruzado cerca de la red, logró su primera victoria en Londres ante uno de los 'cocos' del torneo.
Al concluir el duelo, Ferrer se mostró radiante: «He encarado el partido de una manera más ganadora. He sacado mejor que en otros partidos». «Ganar a Andy en su casa, en 'indoor', me deja muy satisfecho», sentenció el alicantino, que se enfrentará en su próximo encuentro al vencedor del Djokovic-Berdych.
Murray lamentó no poder moverse con más soltura en la cancha. «Tenía un problema en los aductores. Esto no ayudó. Tampoco pude entrenar mucho en esta semana y no sabía cómo me iba a sentir en la cancha. Hay que ver cómo evoluciona y después decidiré», dijo el tercer jugador de la ATP, que se lesionó en un entrenamiento días después del torneo de París-Bercy. «Si no fuera el Masters o en un torneo del Grand Slam, no habría jugado», añadió.