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Un Madrid de récords

Mourinho alineó un once experimental que desnudó a los amigos croatas y selló el billete a octavos como líder de grupo

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Ante un rival impropio de la máxima competición continental, ya que a los jugadores del Dinamo de Zagreb solo les faltó detenerse por completo y aplaudir, el Real Madrid cosechó una de sus victorias más holgadas en la historia de la ‘Champions’ y cerró su clasificación a octavos como líder de grupo. Sin Cristiano, con Sahin y con un Callejón desbordante, los de Mourinho firmaron una noche redonda pero harían bien en no sacar excesivas conclusiones porque el rival fue calamitoso. Nada que ver este equipo blando y asustadizo con el que mordió en Croacia y dificultó el triunfo de los blancos. Resulta difícil creer que domine la Liga de su país con diez puntos de ventaja sobre el Hajduk Split, su perseguidor.

No se sabe cómo llegará a primavera, cuando afronte los exámenes finales, pero ahora mismo el Real Madrid se encuentra pletórico en todos los aspectos. Parece insuperable y presume de un fondo de armario lustroso. Toca bien, está rapidísimo con y sin balón, su pegada es descomunal y su ambición infinita. Presiona al rival para no dejarle pasar del centro del campo y la solidaridad de todos sus jugadores es extraordinaria. Nadie se esconde, ni siquiera cuando el partido transita por una autopista despejada.

Resulta imposible encontrar algún reparo al equipo experimental que alineó Mourinho, sin tres jugadores básicos como Iker Casillas, Pepe y Cristiano Ronaldo, y con el organizador turco de titular. Había enorme expectación por ver a Sahin y este futbolista precoz, el más joven en debutar en la Bundesliga y con su selección, cumplió. Está falto de forma, sin chispa, pero mostró detalles. Roba, se ofrece y distribuye. Formó con Xabi Alonso en un eje del centro del campo que muchos madridistas soñaban al principio de curso.

Funcionó la prueba ante el campeón croata pero es difícil que Mourinho repita en partidos comprometidos. También alineó juntos a Higuaín y Benzema pero sin variar el dibujo, ya que el ‘Pipa’ jugó de punta y el galo tirado a la banda. Los dos están de dulce, aliados con el gol.

Es verdad que el rival se encontraba tan impresionado por el escenario que parecía petrificado, pero la puesta en escena del Real Madrid no encuentra parangón. Metió tres goles en apenas nueve minutos, nueva plusmarca de la ‘Champions’ porque supera la marca que poseía el Stuttgart, capaz de endosarle tres tantos al Unirea rumano en 11 minutos. Tres aproximaciones al área y tres goles. Alucinante.

Alucinante

Benzema, además, anotó el gol más rápido del Real Madrid en esta competición. Tardó apenas un minuto y medio en culminar una combinación primorosa. El último pase lo dio Özil, desbordante por cualquier flanco. Si a un jugador de esta calidad no se le vigila, te puede liar la mundial. En la siguiente jugada de ataque, fue Callejón el que mató a los croatas con un disparo certero, tras jugada del francés.

El canterano ‘mojaba’ en su primer partido como titular en la ‘Champions’. En la segunda parte repitió suerte con la solvencia en el área de un goleador y tiró una vaselina que salvó con la punta de los dedos Kelava, el mejor de los croatas pese a la goleada. Demostró el ex del Espanyol que tiene hechuras para disfrutar de más minutos a lo largo del curso, de ser alternativa y no otro caso Granero o Pedro León.

El tercero, siempre con la colaboración croata, fue una obra de arte. Lass penetró por la derecha como cuchillo en mantequilla, se la dio a Higuaín y el argentino se la picó al portero tras un gran recorte. Su defensor se fue al suelo cual central alevín. El Bernabéu no salía de su asombro. Paradójicamente, se oía casi más al millar de entusiastas hinchas croatas que a los madridistas. Pese a la derrota, los balcánicos disfrutaban de una jornada inolvidable en un estadio desbordante de historia.

Con el partido resuelto en un pispás, lo más sorprendente era ver cómo Alonso se adelantaba para intimidar a los croatas. Cuando llegó el cuarto a los 20 minutos, obra de Özil tras el rechazo del portero, la gente ya solo se preguntaba si el Madrid sería capaz de superar su mejor marca en Liga de Campeones, un 6-0 al Genk firmado en septiembre de 2002, y si batiría el registro absoluto de esta competición, en poder del Liverpool desde que, en noviembre de 2007, humilló al Besiktas (8-0).

El ritmo decayó en la segunda parte. Pero incluso andando, el Madrid podría profundizar. Callejón y Benzema hurgaron en la herida croata, mitigada con los goles del montenegrino Beqiraj y del recién entrado Tomecak, los primeros que consigue el Dinamo y que encajan los blancos en esta ‘Champions’.