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Urdaci: menos peso, más euros
Ha adelgazado 28 kilos con la dieta Dukan, piensa el momento adecuado para publicar la biografía sobre Letizia Ortiz y pregona las bondades de su jefe, El Pocero.
Actualizado: GuardarHa dado un giro radical a su vida. De 180 grados y 28 kilos. Los primeros son laborales, desde que en 2009 abandonara los platós para convertirse en portavoz del polémico constructor Francisco Hernández, 'El Pocero'. Los kilos son los que han encogido sus carnes en un año por obra y gracia de la dieta Dukan, esa que pusieron de moda los famosos y de la que ha sido pionero en España. A fuerza de proteínas y deporte, que siempre abominó en favor de la lectura, el periodista Alfredo Urdaci (Pamplona, 1959) se ha plantado en 82 kilitos para una estatura de 1,78 metros. Las fotos no mienten.
La vida no le ha ido nada mal desde que desapareciera de la pantalla de La 1 donde presentaba la segunda edición del telediario, a la vez que dirigía los servicios informativos de TVE. La gente se quedó con su rostro, pelín pitagorín. Después, se sucedieron las intervenciones en 'La Noria', 'El club de la comedia'... Cuenta el controvertido periodista con detractores y defensores y con gente para animarle o para increparle, sobre todo cuando les viene a la retina aquel 'ce, ce, o, o' pronunciado durante la lectura de una rectificación, obligada por fallo judicial, sobre la información dada por TVE en la huelga general del 20-J de 2003. Un día que, reconoce, fue uno de los más aciagos de su trayectoria profesional. Comisiones Obreras jamás le perdonará el desprecio. Él tampoco. «Aquel pacto que hubo entre la dirección y el sindicato para..., aquello fue un cambalache inaceptable. Pero una vez firmado, uno da la cara y punto. Y lo hace a su manera». No por eso aprueba el alarde que Ana Pastor hizo en defensa de la libertad de expresión frente a María Dolores de Cospedal. «Con Ana no me he metido, protesté porque se dijera que ahora hay libertad y antes no. Yo fui muy atacado en mis dos últimos años en TVE, pero jamás utilicé el micrófono para defenderme. A mí eso me chirría. Los partidos tienen su propia estrategia, te pegan o te acarician en función de sus propios intereses». Sabe muy bien de lo que habla. Ha trabajado 20 años en la casa.
La cobertura de los atentados del 11-M y la victoria del PSOE le dieron en 2004 la estocada definitiva. Defenestrado y amargado, optó por largarse. En verano de ese mismo año, el Camino de Santiago le sirvió de catarsis. Mientras pedaleaba, la rabia se le iba por los poros y la que le quedó la vomitó en 'Días de furia', un libro seguido de otros sobre los entresijos del Vaticano.
Urdaci añora Roma. Se enamoró de ella en los dos años que estuvo como corresponsal de RNE. Por volver, sería capaz hasta de «barrer las calles». Aunque por qué no, mejor ser asesor del Vaticano. «Me encantaría, pero Navarro Valls dejó el listón muy alto». Como los caminos del Señor son inescrutables, es preferible pisar tierra que, aunque no sea santa, es firme. En eso su jefe, El Pocero, es un experto, además de en pleitos con Hacienda y varias administraciones públicas. Cautivado por el personaje, el comunicador se emplea a fondo en predicar las bondades de su patrono y las delicias de la megaurbanización de Seseña (Toledo), las de las 13.000 viviendas que mermaron a 5.000.
- ¿También le seducirían los 30.000 euros que cobra al mes?
- Ya los cobraba de largo porque trabaja en cuarenta sitios (tele, radio, prensa). Y lo valgo.
Ese dineral bien merece una dedicación exclusiva, compatible solo con conferencias o presentación de libros. Su día empieza a las 6.30 de la mañana y está plagado de largas reuniones con periodistas para humanizar a Paco Hernando, protagonista «de un sector demonizado, como la construcción». La labor exige plazos largos, «de lluvia fina».
- Imagínese que le proponen como director general de RTVE.
- ¡Uy, qué horror! Eso es un pozo de tortura, ir todos los meses al Parlamento a contestar... Eso es para burócratas.
Tiene mucho tajo. Está empezando a hilar la biografía de Francisco Hernando, para la que ya tiene título: 'Mi atrevida', que juega con las palabras atrevido y vida. Y otra en ciernes, la de su excompañera Letizia Ortiz. En un cajón de su chalé de Aravaca (es vecino de Rajoy) guarda bajo llave 90 páginas de lo que será una biografía de la Princesa de Asturias. Con ofertas de varias editoriales, la cosa no cuajó, aunque desmiente que su antigua colega le disuadiera. «Esas cosas en este mundo ya no caben. No somos súbditos». El proyecto 'real' se desmoronó, como las 38.000 viviendas que Hernando pensaba levantar en Guinea. En ambos casos, no son planes olvidados, sino «congelados». Mientras, Urdaci conduce su Mercedes por Seseña, su Fiat Punto por Madrid y sueña con visitar Tierra Santa; lee los 'Grandes generales del ejército romano', de Adrian Goldsworthy, y ahonda en la literatura rusa con 'Tres tormentas de nieve', cuentos de Pushkin, Tolstoi y Chejov. Lo mismo en inglés, que en francés o italiano.